La Plataforma en Defensa de la Huerta de Zaragoza ha mostrado su apoyo a los vecinos y agricultores del barrio de Movera de la capital aragonesa, que se oponen a la instalación de cuatro proyectos fotovoltaicos en esa zona, denominados El Perdigal, Clarita, El Lugarico y El Tumbo, que afectan a 47,04 hectáreas.

Se trata de terrenos de regadío tradicional, una zona «fértil» y dedicada a la agricultura y al cultivo de hortalizas y verduras para la alimentación humana, agricultura ecológica y ganadería, han manifestado desde la plataforma en una nota de prensa.

Han añadido que los afectados critican que los promotores de los proyectos fotovoltaicos aseguren que son zonas de secano de bajo aprovechamiento, «aspecto que no se corresponde con la realidad ya que se trata de una zona productiva y de regadío».

Asimismo, cuestionan «que el Término de Urdán y el INAGA consientan la instalación de estos parques fotovoltaicos sin recabar una evaluación de impacto ambiental y que hayan declarado la zona como secano e improductiva, siendo, como es evidente, zona de regadío tradicional».

Esta zona se encuentra regada por un sistema de acequias procedentes del río Gállego, con una antigüedad de más de mil años y los regantes de ese sistema sufragaron a finales del siglo XIX la construcción del Pantano de la Peña con sus propios recursos, inaugurado en 1913.

ALIMENTACIÓN DE PROXIMIDAD

Desde la plataforma han esgrimido que en un momento de crisis climática y de aumento de precios de la energía, «las ciudades apuestan cada vez más por estrategias de alimentación de proximidad y cada vez más los ayuntamientos y comunidades autónomas que se suman a los compromisos de alimentación sostenible y soberanía alimentaria, aspecto que nos parece de gran importancia dada las repercusiones para la economía local, la salud y el medio ambiente».

Han añadido que las acciones «deben ser coherentes con las declaraciones y para poder avanzar en este objetivo se necesita tierra agrícola y personas que la trabajen: Sin hortelanos y hortelanas no habrá alimentación sostenible ni soberanía alimentaria».

Por todo esto, la Plataforma en Defensa de la Huerta de Zaragoza ha calificado de «irresponsable» comprometer este regadío «tan importante, que ha sobrevivido mil años con el esfuerzo de generaciones enteras y que constituye un patrimonio de la ciudad». «No es justo ni para las personas que lo consolidaron, ni para las generaciones venideras a las que les deberíamos pasar ese legado», han sostenido.

La plataforma ha mostrado su apoyo a las energías alternativas, «pero no como se están poniendo en funcionamiento en nuestra comunidad autónoma», para reclamar una planificación territorial, «tal como vienen demandando muchos colectivos, que permita la conservación del paisaje y los sectores socioeconómicos existentes».

A su entender, «no se puede perder suelo fértil y agrícola con gran capacidad productiva de alimentos y cercano al mayor núcleo humano de la comunidad autónoma por nuevos parques fotovoltaicos».