La Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) va a contar con un puerto seco con licencia aduanera que va a permitir multiplicar sus servicios logísticos y convertirse, todavía más, en un nodo estratégico. La noticia acerca todavía más el antes y después que supondría que Zaragoza se convierta en la primer zona franca seca de España.

A la reciente buena noticia de la puesta en marcha del centro robotizado de Amazon en el recinto logístico, se suma ahora el hecho de que JCV Shipping haya logrado la autorización aduanera para la reconversión de la terminal ferroviaria en puerto seco.

De este modo, como explican desde la compañía, el visto bueno de la Agencia Tributaria a la terminal LTA permitirá realizar trámites aduaneros, tanto de exportación (LAME), como de importación (ADT), todo ello en las propias instalaciones.

Esto facilita en gran medida las operaciones que se realicen. Por ejemplo, será posible ultimar el despacho de importación o despachar la exportación en Zaragoza, en lugar de hacerlo desde el puerto marítimo. Esto hace posible que, en caso de que se deba realizar una inspección física de la mercancía, se haga directamente en Plaza, estando presente la empresa emisora o receptora.

MENOS DEMORAS

Asimismo, el volumen de trámites aduaneros que se realizan en los puertos es tal que muchos de ellos se demoran más de lo que a muchas empresas les gustaría. Realizarlos en Zaragoza agilizará el proceso, minimizando al máximo los tiempos de tramitación.

Por otra parte, la licencia concedida a JVC Shipping para convertir la terminal ferroviaria en puerto seco va a permitir ajustar al máximo las fechas de carga y descarga en fábrica, lo que supone una optimización de los plazos de transporte.

Otro beneficio: como explica la compañía, los gastos de ocupación de superficie en puerto son mucho más elevados que los que se producen en la terminal de LTA para mercancías que necesitan trámites prolongados en el tiempo, o cuyo despacho de aduanas se tiene que demorar por diferentes factores. Del mismo modo, si la aduana solicita posicionar un contenedor para su revisión física (desde una inspección visual hasta una descarga del contenedor o extracción de muestras) los costes en las instalaciones son muy inferiores a los que las terminales marítimas facturan.

Por último, y no menos importante, tener una mercancía en un recinto ADT permite a los importadores disponer de 90 dias desde que se emite el tránsito para realizar el despacho de aduanas definitivo, pagando en ese momento el IVA, los aranceles y otros posibles tributos de la mercancía, por lo que no es necesario adelantar gastos.