Huesca es una de las tres capitales de provincia aragonesas y la segunda ciudad más poblada de la Comunidad. Por su relativa proximidad a Zaragoza, muchos de quienes trabajan allí no tienen su residencia fija en la localidad y, a menudo, sirve para hacer un descanso en los viajes hacia el Pirineo. Pero la ciudad tiene encanto por sí misma y merece la pena ir de propio, como se dice en Aragón. Si solo has estado allí para las fiestas de San Lorenzo o repostando gasolina y tomando un café rápido, no te pierdas estas recomendaciones sobre qué ver en Huesca.


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MONASTERIO DE SAN PEDRO EL VIEJO

Claustro de Monasterio de San Pedro el Viejo / Turismo de Aragón

Situado en la céntrica plaza de Luis López Allué, el Monasterio de San Pedro el Viejo es uno de los lugares que hay que ver en Huesca. Es un edificio románico del siglo XII, aunque antes fue romano, visigodo y mozárabe. Su claustro es uno de los más bonitos de la provincia y todavía se conservan muchos capiteles originales. En tiempos, también funcionó como panteón real, albergando los restos de algunos reyes aragoneses fallecidos. Así, en la capilla de San Bartolomé reposan Ramiro II el Monje y Alfonso I El Batallador.

PARQUE MIGUEL SERVET

Estatura de Las Pajaritas, en el Parque Miguel Servet de Huesca / Patronato de Turismo Huesca

Situado en la zona oeste de la ciudad, el Parque Miguel Servet es el pulmón verde de Huesca. Además de ser el espacio natural más grande es uno de los más antiguos, ya que su construcción data de 1928. Para ello, el Ayuntamiento expropió casi cuatro hectáreas de huerta y jardín a la familia Lastanosa, que poseía un palacio demolido previamente.

El parque cuenta con más de ochenta especies arbóreas diferentes, fauna variada (antes campaban a sus anchas pavos reales) y un estanque. Además, varias estatuas se reparten por este espacio, destacando la conocida como ‘Las Pajaritas’. El monumento se construyó el mismo año que el parque y es un homenaje a la papiroflexia. El quiosco de la música, la casita de Blancanieves o la rosaleda son otros de los puntos clave que no hay que perderse en el parque Miguel Servet.

LA CATEDRAL

La Catedral de Huesca / Patronato Turismo Huesca

La Catedral de Huesca es una de las principales piezas patrimoniales de la ciudad. Es un templo gótico que se asienta sobre los cimientos de la antigua mezquita mayor. Fue mandada construir por Jaime I en 1273 y se sitúa en el punto más alto de la localidad, junto al Ayuntamiento.

Además de visitar su interior, se puede subir hasta la torre-campanario, el punto más alto de Huesca y desde el que se obtienen las mejores vistas. Se puede visitar por libre, en horario de 9.00 a 13.30 y de 16.30 a 18.30, o con las visitas guiadas que se organizan desde el Museo Diocesano.

EL CASINO

El Círculo Oscense (antiguo casino) de Huesca / Ayuntamiento Huesca

El Casino de Huesca es la muestra más emblemática del modernismo en la ciudad y uno de los sitios que ver en Huesca. Se sitúa en el número 4 de la plaza de Navarra y actualmente se le conoce como Círculo Oscense. El edificio fue construido a principios del siglo XX y todavía conserva su fuerza y presencia original. Además de su espectacular fachada, destaca por su belleza el portón de entrada, de 1905. 

Actualmente, el casino se destina a usos culturales y en la segunda planta se celebra el Festival Internacional de Cine Ciudad de Huesca. En la planta principal, donde antes estuviera la biblioteca, se sitúa el restaurante taberna Lillas Pastia, con estrella Michelín, que recrea una escena de la ópera Carmen. Justo al lado, el Café del Arte promueve conciertos y exposiciones. Si aún tienes ganas de otro estrella Michelín, a pocos minutos andando está Tataú Bistro.


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Si a pesar de estas sugerencias, todavía tienes dudas sobre qué ver en Huesca, desde la oficina de Turismo, situada en la plaza de Luis López Allué, se organizan visitas guiadas por el casco histórico de la ciudad. El precio es de 5 euros por adulto y son los fines de semana, puentes y festivos. En julio y agosto, hay todos los días.