El presidente de Aragón, Javier Lambán, no descarta una quinta ola de contagios en la comunidad y ha apelado a mantener las «alarmas encendidas» y a estar preparados y dispuestos a tomar las medidas que fueran necesarias, aunque cree que el futuro se puede mirar «con un poco más de alivio» que hace tres o cuatro meses.

Eso sí, si la situación se complicará con una incidencia acumulada cada 100.000 habitantes por encima de 250 casos se tomarían medidas más restrictivas. En el aire, incluso, quedaría la aplicación de los confinamientos perimetrales de las provincias.


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En declaraciones a los medios antes de presidir una reunión sectorial enfocada al aprovechamiento de los fondos europeos de recuperación y reconstrucción económica en el sector de la agroalimentación, Lambán ha apuntado que los contagios están estabilizados en Aragón, con una ligera tendencia de aumento, aunque hasta ahora «prácticamente imperceptible».

En todo caso, ha hecho hincapié en que el Gobierno de Aragón en ningún momento ha descartado esa quinta ola -la comunidad suma una más por lo contagios surgidos en las zonas de recogida de la fruta del verano pasado-, aunque en su opinión, los efectos de ese hipotético nuevo repunte se verán muy atenuados gracias a que se sabe más de cómo hacer frente al COVID-19 y a la vacunación, que más lenta de lo que debiera.

¿Y LA SEMANA SANTA?

Además, ante las restricciones fijadas para Semana Santa, Lambán ha reiterado que se trata de medidas consensuadas para el ámbito nacional y su Gobierno, que siembre ha actuado con «absoluta lealtad» con el de Pedro Sánchez, las acata.