Las dudas sobre la celebración de las Fiestas del Pilar debido a la situación epidemiológica no se disipan. El Ayuntamiento de Zaragoza lleva meses planificando los eventos posibles para adaptarse a la normativa marco que implante la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón.

Sin embargo, a pocos días de su celebración todo parece indicar que se está más cerca de unas Fiestas del Pilar testimoniales que volver a la celebración de grandes eventos o incluso una ofrenda de flores similar a la normalidad. Será el próximo día 2 de septiembre cuando en la Junta Local se discuta la decisión de cómo sería su celebración, en consonancia con lo que indique la Consejería de Sanidad.


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En este sentido, el PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, en palabras de su portavoz Lola Ranera, ha planteado la elaboración de un plan para que los 2 millones de euros presupuestados para las Fiestas del Pilar sigan impactando en los sectores económicos más afectados por estas celebraciones, como la cultura o los floristas. Respecto a la intención del Ayuntamiento de Zaragoza, y la gestión de la vicealcaldesa Sara Fernández en la organización de las Fiestas del Pilar, el PSOE insiste en no crear grandes expectativas sobre la celebración de las fiestas debido a la situación sanitaria. Ranera, segúin ha dicho, considera que el equipo de gobierno del alcalde Jorge Azcón no está siendo consciente de la actual situación epidemiológica al mantener sus planes para las fiestas.

La decisión, en todo caso, la tomará el Gobierno de Aragón el próximo 2 de septiembre y Ranera ha instado a priorizar la salud de la ciudadanía y a que todas las instituciones se corresponsabilicen ante lo que marquen las autoridades sanitarias. En ese sentido, ha remarcado que, a pesar del avance de la vacunación, el virus no retrocede y, en consecuencia, el Ayuntamiento de Zaragoza se debe poner al servicio de las autoridades sanitarias.


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La portavoz socialista ha evitado decir si está a favor o en contra de que se celebren las Fiestas del Pilar este octubre y se ha limitado a subrayar que sí está en contra de que se generen expectativas «como si no pasara nada» en un momento en el que la situación no es de normalidad.

En cualquier caso, ha asegurado que quiere escuchar cuál es el plan del Gobierno de Zaragoza con respecto a las fiestas, pero ha considerado un «riesgo» que, por ejemplo, se licite un espacio para 20.000 personas en el Recinto Ferial con la actual situación epidemiológica.

Así, ha recordado lo que ha sucedido en muchos pueblos aragoneses con las denominadas «no fiestas», por lo que ha abogado por que no haya actos o expectativas que puedan invitar a que ocurra lo mismo en Zaragoza para el Pilar. Entre las iniciativas que sí se pueden plantear, según Ranera, está la de adornar los balcones de la ciudad, para compensar a los floristas, o que los centros cívicos de todos los barrios programen actividades culturales.