El Congreso de los Diputados ha derogado este jueves el decreto ley de los remanentes municipales que había aprobado previamente el Gobierno de España, ya que ha recibido el rechazo de toda la oposición.

La votación ha deparado 156 síes; todos los demás votos han sido noes, hasta 193, y no se han registrado abstenciones. Es el primer decreto ley del Ejecutivo de coalición que tumba el Congreso.

Este sentido negativo del voto ha sido incentivado por una marea de alcaldes de 13 formaciones políticas distintas de hasta 30 ciudades que, liderados por el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, proponían que el fondo de 5.000 millones del Estado a los Ayuntamientos no fuera condicionado. 

En concreto, la propuesta del Gobierno de España pretendía que sólo recibieran ayudas del fondo COVID  de 5.000 millones los ayuntamientos españoles que tuvieran ahorros. Una situación que, como le sucede a Zaragoza por la gestión económica de los últimos años, no tiene remanente por lo que no se vería ayudado en una situación tan extraordinaria.

DERROTA DE SÁNCHEZ

El de los remanentes municipales es el primer decreto ley del Gobierno de coalición que no avala el Congreso ni lo tramitará para modificar su redacción.

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ayer miércoles, cifró en 27 los decretos leyes que el Gobierno había llevado al Congreso. El de los remanentes municipales es el primero en quedar derogado, es decir, sin efecto.


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Es, además, el quinto de la democracia en correr esa suerte: en 1979, en 2006, en 2017 (el de los estibadores) y en 2019 (para regular los alquileres de viviendas) se localizan los únicos precedentes.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, encargada este jueves de defender el decreto ley, ha dejado claro que tras la derogación no habrá más propuestas. Ha emplazado a los grupos de la oposición a que sean ellos los que pongan un texto encima de la mesa.