El Área de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza que lidera el consejero Víctor Serrano ha sacado adelante el proyecto para transformar los locales comerciales en viviendas. O en salas de exposiciones culturales, en un garaje de bicicletas o en almacenes de logística.

Una idea que se aplica ya en media Europa, en ciudades como Amsterdam o Copenhague, y que cambiará la fisionomía de algunas calles de la ciudad de Zaragoza.


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La Comisión municipal de Urbanismo ha aprobado sin ningún voto en contra y con carácter definitivo el expediente en el que, tal y como han señalado los distintos grupos municipales, hay un «excelente trabajo» de los funcionarios del Ayuntamiento por ser «técnicamente impecable».

De esta manera, y a falta de su último trámite con la aprobación final en sesión plenaria el próximo 24 de febrero, los locales en desuso podrán destinarse a usos culturales, comunitarios o de espacios de creación; también como estacionamiento de automóviles y vehículos de movilidad personal (bicicletas, patinetes con motor…).

Siempre y cuando sean zonas densificadas donde las viviendas construidas no siempre cumplan con la dotación mínima de estacionamiento; para almacenes compartidos para distribución de mercancías o última milla; e incluso reconvertirlos en viviendas con plenas garantías de habitabilidad.


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La propuesta de Urbanismo ha recibido distintas alegaciones que la semana pasada se estudiaron e incorporaron junto a los grupos municipales, con quienes se ha contado para moldear la propuesta final con «el objetivo de alcanzar el máximo consenso posible, ya que los proyectos de ciudad exigen la implicación de todos y deben trabajarse desde el diálogo», ha apuntado el consejero Víctor Serrano.

LOS LUGARES DÓNDE NO SE PERMITE

El principal debate ha surgido entorno a la malla básica de la ciudad (principales calles de la ciudad de intensiva circulación y que deben tener una vigilancia y una dedicación específica), en la que no se permite esta conversión de locales.

«La abundancia de locales en desuso, a veces durante mucho tiempo y sin expectativas de nueva ocupación, produce un declive de la vitalidad y el atractivo de las calles y un deterioro de la escena urbana, y supone también un despilfarro del patrimonio edificado que la ciudad no se puede permitir» ha apuntado el consejero de Urbanismo.

El consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano / AZ

Una parte sustancial de la propuesta elaborada por Urbanismo se refiere a la transformación en viviendas de locales desocupados en planta baja. Se excluyen los locales situados en calles de la malla básica o que lo prohíban sus planes especiales de ordenación de la actividad comercial. En particular, se denegará la transformación cuando el local linde con discotecas, bares con música, pubs u otros locales dedicados a actividades especialmente molestas para las viviendas.


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Los locales deberán haber estado sin actividad un mínimo de 36 meses anteriores a la solicitud del cambio de uso y una altura mínima de 2,5 metros.

UN LOCAL RECONVERTIDO EN VIVIENDA

Y, aunque la normativa concede cédulas de habitabilidad con 37 metros cuadrados, no podrán acogerse a esta modificación los que no tengan mínimo 45 metros cuadrados útiles (55 metros cuadrados si hablamos de varias viviendas a partir de plantas bajas superiores a 140 metros cuadrados).

Además, para valorar la viabilidad o adecuación de la entrada a las nuevas viviendas, se tendrán en cuenta las condiciones físicas del zaguán general existente, la admisión de dicho acceso por la comunidad de propietarios y las características del entorno urbano y edificado. No se aceptará el acceso a una vivienda por otra vivienda o por un local de distinto uso.

Además de satisfacer las condiciones de ventilación e iluminación natural exigidas por la normativa genérica, las cocinas de las nuevas viviendas contarán con un sistema adecuado de extracción forzada de humos y gases, que asegure que no se causan perjuicios a los demás departamentos del edificio ni a los espacios exteriores de uso público o colectivo.


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Dicho sistema dispondrá de un extractor mecánico conectado a un conducto vertical independiente con salida a cubierta o parte superior del edificio. Y cuando, a juicio del Ayuntamiento, sea necesario realizar las salidas de humos de combustión de calderas y calentadores de gas por fachadas o patios comunes, cumplirán las especificaciones técnicas establecidas por la normativa de aplicación. Se utilizarán calderas estancas o de cualquier otro tipo admitido por la normativa sectorial.