El gobierno de Zaragoza cuenta con un nuevo aliado para dos de sus proyectos urbanísticos más importantes de los próximos años. La reforma integral del cuartel de Pontoneros en una residencia universitaria y la supermanzana de la Plaza San Francisco que integrará el campus en la zona son aplaudidas por el rector de la Universidad de Zaragoza.

Un apoyo esencial de la Universidad por ser una de las partes más interesadas en que salgan adelante los proyectos y que choca de lleno con las reclamaciones que hace la oposición.


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Este lunes, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza firmaron un convenio por el que se reserva un mínimo de cinco plazas al año para alojar a investigadores en la futura residencia privada de Pontoneros. Una firma que respalda de lleno la futura residencia cuando las críticas de la oposición, especialmente del PSOE, se centran en el futuro de este espacio estudiantil por no ser prioritario su uso privado.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, subrayó durante la firma que era un requisito básico hablar primero con la Universidad, con la que existe una «magnífica» colaboración, antes de redactar los pliegos de la futura residencia.

Se espera que estos pliegos pasen por el consejo de administración de la sociedad municipal Zaragoza Vivienda en las próximas semanas y que las obras para adaptar el antiguo edificio de Pontoneros, para lo que se prevé una inversión de 16 millones de euros por parte de una empresa privada para que adquiera la gestión durante 75 años. Las obras se prolongarán entre un año y medio y dos años.


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El rector de la Universidad, José Antonio Mayoral, apuntó que este es un proyecto en el que ambas instituciones llevaban trabajando «largo tiempo» y que ayuda a resolver un problema: el de ofrecer alojamientos dignos a estudiantes e investigadores que pasan solo unos pocos meses en la ciudad.

«Pontoneros es un lugar emblemático por su historia y utilísimo por estar cerca del tranvía y porque al estudiantado le gusta vivir en el centro de las ciudades», indicó.

Sobre la supermanzana de San Francisco planteada desde el área de Urbanismo del ayuntamiento y que es criticado también por la oposición, en especial por VOX, el alcalde explicó que la reforma de la plaza San Francisco es una idea de peatonalización y la creación de un espacio verde libre de contaminación que podría recibir fondos europeos.

En ese sentido, señaló que van a seguir negociando con el distrito, con los comerciantes, con la oposición y con la Universidad para tener el mayor consenso posible.


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El rector, por su parte, apoyó el proyecto del gobierno de Azcón porque la integración de los campus universitarios con el entorno urbano son una «obligación» y que este proyecto, además, va unido a un desarrollo más verde de la ciudad, por lo que ha adelantado que estará «ahí» para trabajar con el Consistorio.