La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha recordado que será este jueves, 2 de septiembre, cuando se decidirá «de forma consensuada» sobre la celebración de las Fiestas del Pilar, y el resto de fiestas patronales en el mes de octubre, pero ha advertido: «Sabemos cuáles pueden ser las consecuencias» de «eventos sociales multitudinarios y situaciones de interacción social» respecto a la propagación del coronavirus. La posición no oficial del Gobierno de Aragón contrasta con la que mantiene el Ayuntamiento de Zaragoza. El Ayuntamiento de Zaragoza ya gestiona un plan B para adaptarse a la situación de la pandemia con múltiples escenarios en caso de la suspensión de las Fiestas del Pilar por decisión de la Consejería de Sanidad.


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En este sentido, fuentes oficiales del Ayuntamiento de Zaragoza, aclaran a este diario que la posición del Gobierno de Aragón no se ajusta a la situación de la pandemia porque hay más de un 70% de vacunados en la población aragonesa y existen mecanismos de control de los contagios (test de antígenos o medidor de temperatura) para poder organizar algún evento o celebración controlada. «La situación no es ni similar ni parecida a la de hace un año cuando la incidencia estaba disparada, temíamos una ola en otoño, no había vacunas y los hospitales estaban tensionados«, asegura esta fuente.

En este sentido, el propio alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, quien aún no se ha posicionado públicamente sobre las discrepancias con el Ejecutivo de Lambán en este asunto, ha puesto un mensaje en su Twitter haciendo mención a las Fallas que se celebran estos días en Valencia. Un evento popular de fiestas patronales que se asemeja a las Fiestas del Pilar, tanto por interés turístico como por los actos organizados. El mensaje tiene una intención política que no se cita en el mensaje: el Gobierno de la Generalitat Valenciana permite alguna celebración en las Fallas y el Gobierno de Aragón, ambos del mismo partido, es más favorable a la suspensión.


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«INCERTIDUMBRE»

En declaraciones a los medios de comunicación, con motivo de su visita al Hospital San Jorge de Huesca, en la que ha acompañado al presidente de Aragón, Javier Lambán, Repollés ha manifestado que, en estos momentos, existe «incertidumbre» y «no es fácil establecer pronósticos a largo plazo».

«Nos movemos ahora en escenarios inestables», después de que a lo largo de pandemia del coronavirus «hayamos aprendido» que los pronósticos a largo plazo «casi siempre se han visto truncados por olas inesperadas», como la última, de julio, con una «intensidad y presentación en el tiempo» que no se había previsto, ha glosado la consejera. Repollés ha añadido que el mes de septiembre «es complicado» porque se produce el regreso de las vacaciones de verano y la vuelta a las aulas de los estudiantes. «Podemos esperar un repunte», pero «no estamos seguros», ha apuntado.

La consejera ha remarcado que la decisión sobre la celebración de las fiestas patronales para todas las localidades de la comunidad autónoma en el mes de octubre se tomará en el Consejo Local de Aragón de este jueves, 2 de septiembre, teniendo en cuenta «el escenario en el que nos movemos», «en virtud de los indicadores» y de las tendencias, igual que se ha actuado en el mes de julio y agosto.

«La decisión estará basada en la evidencia, los datos y poniendo por delante la preservación de la salud de la población», ha enfatizado la consejera, al tiempo que ha reconocido que si bien el proceso de vacunación contra la COVID-19 «va bien» y la incidencia de casos de coronavirus «está descendiendo», «todavía nos encontramos en pandemia» y «no podemos bajar la guardia».