La sequía que afecta a la cuenca del Ebro está siendo “una de las más graves de todas las series históricas”, de forma que a finales de este mes de mayo pueden entrar en emergencia los sistemas Gállego-Cinca y del Huerva.
El 65 por ciento de la Cuenca del Ebro se encuentra en situación de “sequía prolongada” y un 30 por ciento en “emergencia”, cifra que aumentará al 50 por ciento si entran en emergencia los dos sistemas apuntados.
Así lo ha indicado la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Dolores Pascual, antes de presidir una reunión de la Comisión Permanente de la Sequía, que depende del organismo de Cuenca y donde están representados comunidades autónomas y usuarios.
La CHE quiere que se inicie “una senda de contención” del consumo de agua ante una sequía que “se presenta larga” y en la que “determinados usos a lo mejor son prescindibles”, ha señalado Pascual. “No estamos hablando de agua de boca”, sino de aprovechamientos hidroeléctricos y usos industriales, ha puntualizado.