El tramo del río Huerva, desde el Parque Grande José Antonio Labordeta hasta el punto de la Gran Vía donde está soterrado, se convertirá en un recorrido paseable y ciclable con nuevos equipamientos, elementos de ocio -donde se podría incluir quioscos o espacios de hostelería-, zonas de juegos infantiles y una mejora del paisajística y urbana del entorno. Este proyecto, diseñado por el Área de Urbanismo, se aprobado este viernes por el Gobierno de Zaragoza y tiene un coste de 9,9 millones de euros, pero se optará a fondos europeos que podrían sufragar el 30 por ciento del total.

En concreto se incluirá en la convocatoria de fondos para la restauración de los ecosistemas fluviales y la reducción del riesgo de inundación en los entornos urbanos españoles y que será gestionada por la Fundación Biodiversidad. En el verano se acudirá a la convocatoria y si se logra el proyecto se pondrá en marcha inmediatamente. Sería en septiembre y se empezarían a licitar proyectos y obras de adecuación tras la aprobación definitiva por el Gobierno de la ciudad.

El proyecto plantea acciones desde la Fuente de la Junquera hasta la desembocadura del Ebro, pero la intervención más intensa corresponde al tramo entre el parque Grande y la Gran Vía, en concreto entre el puente Blasco del Cacho, en el paseo Mariano Renovales; hasta el puente Emperador Augusto, en la calle Juan Pablo Bonet. El consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, explicó que se trata de un proyecto «transformador de ciudad, de restitución paisajística del Huerva y disruptivo en la configuración de la trama y escena urbana de Zaragoza».

En el tramo donde se intervendrá de forma más efectiva incluye la mejora de la calidad del agua del río, la plantación de especies vegetales autóctonas, tres zonas de parque a lo largo del cauce, un skate park, juegos infantiles, cuatro pasarelas, senderos y carril bici. La finalidad es que todo el recorrido sea ciclable o paseable como en la ribera del Ebro. El proyecto plantea la demolición de estructuras fijas para la ejecución de «taludes verdes tendidos de acceso al cauce acompañados por sistemas de graderíos para renaturalizar los cauces, mejorar la accesibilidad del entorno y generar infraestructuras verdes contra las inundaciones», informó Serrano.

En la actualidad, el río se encuentra constreñido entre muros de hormigón y estructuras fijas impermeables que dificultan la integración del río en la ciudad. Las entradas y salidas al cauce se realizan por las zonas adyacentes a los puentes, normalmente a través de escaleras
y estructuras impermeables y poco accesibles, que además se encuentran en zonas oscuras y poco iluminados, presentándose como una zona insegura. Es por ello por lo que se plantea la demolición de dichas estructuras para generar taludes verdes tendidos que tendrán leves inclinaciones y el resto del espacio se acondicionará con bancales a modo de gradas con plantación de césped.

Tiene como objeto ser una pieza vertebradora de la ciudad, ha subrayado Serrano al observar que la relación de Zaragoza con el Huerva es «francamente mejorable» y es un proyecto de ciudad a futuro. «Creo que es un proyecto de ciudad y hay que integrarlo en la escena urbana». Víctor Serrano reconoció que en su día, «se hizo un buen trabajo, con motivo de la Expo 2008, y la relación de la ciudad con el Ebro cambió y este proyecto también cambiará la relación de la ciudad con el Huerva y embellecerá especialmente la ciudad».

En rueda de prensa destacó: «Mi apuesta es que es tan magnífico que no se puede barajar otra opción que contar con fondos europeos y vaticino que se ejecutará en la ciudad. No vamos a probar suerte, sino a ejecutarlo». Al respecto, ha destacado que tiene el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) lo que hace que no sea un proyecto con el que se «va a probar suerte, sino que está dentro de la estrategia de que la gran apuesta de integración de los ríos pase por este proyecto». La CHE lo ha incluido en su Plan Hidrológico 2022-27 porque atañe a un mejor tratamiento del agua y conservación natural. El que tenga el aval de la CHE es «garantía de vocación de permanencia del proyecto y tiene mayores posibilidades de captación de fondos europeos» ha subrayado para apostillar: «Estoy muy agradecido a la CHE».

Se contemplan 17 actuaciones para el Plan de hidromorfología o restitución paisajística, que están basadas y coordinadas en otros planes y proyectos relativos a este río. Así, se tiene en cuenta el Plan Director del Río Huerva aprobado por el Gobierno municipal en 2012; las líneas estratégicas del Anillo Verde de Zaragoza, que tras 2008 planteaba el diseño de una malla verde y azul en la ciudad junto a otros ejes como los ríos, el Canal Imperial y el Corredor Verde Oliver-Valdefierro; o el Plan de Gestión de Riesgos de Inundación (PGRI) 2022-2027, que analiza el Huerva a su paso por Zaragoza clasificándolo como un tramo con alto riesgo de inundabilidad y con un alto grado de alteración de la continuidad fluvial y ecológica.