Rusia continúa esgrimiendo sus argumentos para justificar la invasión de Ucrania y, a pesar de las peticiones de la comunidad internacional y de las fuertes sanciones económicas que la hieren de gravedad, sigue este martes con su guerra sobre el país vecino, mientras el número de refugiados llega ahora a los 677.000. Las fuerzas armadas rusas dispararan múltiples cohetes sobre Járkov, la segunda ciudad del país, y marca un cambio de táctica por parte de Moscú: bombardear zonas civiles. El alcalde de la ciudad, Ihor Terekhov, ha informado de que entre los muertos se incluyen tres niños. En el caso de Kiev, durante el día de hoy un convoy de 60 kilómetros ha emprendido el camino hacia la capital y está siendo bombardeada sin discriminar a la población civil. Entre los objetivos, han destruido la torre de televisión de Kiev.

Su postura la defendió en Ginebra el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que acusó al Gobierno de Kiev de ser «neonazi» y de maltratar y violar los derechos de la población rusohablante en Ucrania desde 2014, cuando un movimiento ciudadano logró la caída del entonces presidente, Viktor Yanukovich, aliado cercano de Moscú.

Desde la Unión Europea (UE) se considera que el bombardeo del lunes por parte de Rusia contra infraestructuras civiles en la ciudad ucraniana de Járkov viola las leyes de la guerra, pero las bombas sobre este municipio continuaron y, de hecho, un nuevo bombardeo sobre esta urbe situada a escasos kilómetros de Rusia ha dejado en la tarde del martes al menos 10 muertos y 35 heridos. Además, una columna de más de 60 kilómetros formada de tanques rusos permanece en las inmediaciones de Kiev con el aparente objetivo de rodear la capital e intensificar los ataques.

EUROPA: RUSIA VIOLA LAS LEYES DE GUERRA

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que el bombardeo del lunes contra infraestructuras civiles en Járkov «viola las leyes de la guerra». El político español se expresó en ese sentido tras hablar con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba. Decenas de personas murieron el lunes y centenares resultaron heridas en un ataque ruso con misiles contra barrios residenciales de la ciudad ucraniana a unos 35 kilómetros de la frontera con Rusia, según denunció el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Antón Gueráschenko.

Rusia insistió en que la existencia de armas nucleares de Estados Unidos en Europa es inadmisible y volvió a exigir garantías de seguridad a la OTAN, en un videomensaje del ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, acerca de la ofensiva rusa en Ucrania, en la Conferencia de Desarme de la ONU, que se reúne en Ginebra y a la que no ha podido acudir en persona porque su avión no puede sobrevolar varios países europeos debido a las sanciones.

También criticó la decisión de varios países occidentales de suministrar armas a Ucrania y acusó al gobierno de Volodímir Zelensky de haber entrado en «juegos peligrosos y en planes de adquirir sus propias armas nucleares» con tecnologías que supuestamente quedan del periodo en que este país formaba parte de la Unión Soviética. El objetivo de Rusia con la «operación especial» es «desmilitarizar y desnazificar a Ucrania», aseguró.

EL KREMLIN JUSTIFICA SU ATAQUE Y NO PARA LA GUERRA

Rusia acudió al mayor foro internacional sobre los derechos humanos en Ginebra para justificar con todo un arsenal de argumentos su guerra contra Ucrania e hizo oídos sordos a los pedidos de la comunidad internacional de detener su operación militar, mientras que la Unión Europea y Estados Unidos dijeron que los responsables deberán rendir cuentas de sus actos. En cuanto al número de víctimas, cinco personas han muerto y otras cinco han resultado heridas en el bombardeo ruso de esta tarde contra la torre de televisión de Kiev, informó el Servicio Estatal de Emergencias ucraniano en su página de Facebook. Antes de lanzar el ataque, el Ministerio de Defensa ruso advirtió de que iba a atacar los centros de información y propaganda en Kiev y pidió a los residentes de las casas cercanas que las abandonaran.

Un nuevo bombardeo ruso en Járkov ha dejado en la tarde del martes al menos 10 muertos y 35 heridos, mientras una columna de más de 60 kilómetros formada de tanques rusos permanece en las inmediaciones de Kiev con el aparente objetivo de rodear la capital. El objetivo del ataque en Járkov fue la sede de la administración regional, denunció hoy el asesor del Ministerio del Interior, Anton Geraschenko. Por otra parte, más de 150.000 ucranianos han huido del país en guerra en menos de 24 horas, lo que implica que el número de refugiados que han entrado a alguno de los países vecinos llega ahora a los 677.000, dijo el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi. Más de la mitad de todos los refugiados se encuentran en Polonia, mientras que 90.000 han llegado a Hungría, 60.000 a Moldavia, 50.000 a Eslovaquia y 40.000 a Rumanía, precisó Grandi en una conferencia de prensa en la que se presentó una petición urgente de fondos de la ONU para afrontar esta nueva crisis.

EEUU: LO PEOR ESTÁ POR LLEGAR

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos mantienen un «frágil» optimismo sobre la situación actual de Ucrania y creen que la invasión del país ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putir, podría recrudecerse a corto plazo. Fuentes de la inteligencia de EE. UU. indicaron a la cadena CNN que el Ejército ucraniano ha logrado hasta ahora que las fuerzas terrestres rusas se estanquen a unos 30 kilómetros al norte de la asediada capital, sin llegar al centro de Kiev. El primer ministro británico, Boris Johnson, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insistieron hoy en que el cometido de la Alianza Atlántica es «defensivo», que su objetivo es reforzar su flanco este y que no enviará tropas a Ucrania. «En sus 70 años de historia, la OTAN ha sido siempre una alianza defensiva», afirmó Johnson, desde Estonia, acompañado del secretario general de la Alianza y la jefa del gobierno del país báltico, Kaja Kallas.

La OTAN ofrecerá a Ucrania «todo el apoyo necesario», además de proteger las fronteras de su flanco este, garantizó por su parte Stoltenberg, tras destacar la «valiente resistencia» que están ofreciendo los ucranianos frente a la «brutal agresión rusa». La ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, anunció este martes que Canadá solicitará formalmente a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue la invasión rusa de Ucrania por posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. La petición de Canadá se produce pocas horas después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusase a Rusia de crímenes de guerra y «terrorismo de Estado» tras una serie de ataques en la ciudad Kharkiv, la segunda mayor de Ucrania.