El anuncio por parte del Gobierno de Aragón de la implantación del pasaporte COVID en determinadas actividades como el ocio nocturno o los espectáculos ha sentado como un jarro de agua fría para los colectivos afectados. Si CEPYME Aragón indicaba que no podían pedir a los empresarios que hicieran de policías, la Asociación Profesional de Salas de Música, Aragón en Vivo, también ha manifestado su recelo a esta medida frente a la pandemia.

La entidad, que ha dejado claro que no ve mal la medida, sí se queja de la inmediatez con la que se ha implantado y la falta de información al respecto por parte del Gobierno de Aragón liderado por Javier Lambán. Entre los propietarios de las salas de conciertos aragonesas predomina, como indican un «sentimiento de desconcierto».

Se ha hecho de manera improvisada, de un día para otro», apunta Pablo Cano, presidente de la Asociación. Asimismo, critica: «No tenemos información, no sabemos qué cobertura legal tiene esto y tampoco ha habido un proceso de adaptación”.

Son muchas las dudas que han planteado públicamente quienes regentan un establecimiento de este tipo: ¿Qué se entiende por ocio nocturno?; ¿qué pasa si algún empleado de esos locales no se ha vacunado?; ¿qué ocurre si una persona no inoculada ya había comprado una entrada para un concierto?

PARADOJAS

Con las limitaciones anunciadas, los mayores de 12 años deberán presentar el certificado de vacunación o una prueba con resultado negativo para acceder a locales de ocio nocturno, celebraciones que vayan a tener lugar en locales de hostelería y restauración o eventos multitudinarios (más de 500 personas en interiores y 1.000 en exteriores).

De esta manera, señala Cano, se da “la paradoja de que se puede celebrar un concierto con 400 asistentes a las cinco de la tarde en un centro cívico sin necesidad de pasaporte, pero sí que habría que enseñarlo en un concierto en un bar nocturno en el que hubiera tan solo 20 personas en el público”. “Es un agravio comparativo”, considera.

Cano también se muestra preocupado por la manera en la que se deberá validar el certificado de vacunación o recuperación. “Nadie nos ha explicado nada”, apunta. Desde Aragón en Vivo están intentando adaptar una aplicación móvil de validación ya utilizada en Cataluña para que sus asociados la usen, pero temen que, hasta entonces, haya quienes recurran a la picaresca y las falsificaciones. “No estamos ni mucho menos en contra del pasaporte. Si va a servir para que la gente se vacune más, estamos de acuerdo; pero no somos policías”, concluye el presidente de la entidad.