Mari Ángeles Alcoceba ya ha ido cinco veces a su Centro de Salud para solicitar una vacuna que lleva un mes esperando. “Somos personal sanitario que atiende a personas dependientes en sus domicilios”, explica.


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Mientras espera, visita a siete mayores dependientes cada semana y, como consecuencia, se pone el traje EPI siete veces para levantarlos, ayudarles a asearse o atenderles en otras necesidades básicas de su día a día. “Cada vez que tengo que ir a sus casas paso una gran angustia. Sus vidas dependen de mí y eso me pesa mucho”, reconoce.

Hace cuatro años que trabaja asistiendo a personas dependientes, un trabajo que considera vocacional y que le ha dado muchas alegrías. Sin embargo, desde que comenzó la pandemia, Ángeles vive muy inquieta y bajo un férreo auto confinamiento “para no llevarles nada malo a mis pacientes”.

“Mi marido es de alto riesgo y eso añade más precaución en todo lo que hago. Voy andando a todos los lados, vivo aislada de los míos… Me angustia pensar en la que podría liar”, se sincera.

“QUE NO SE OLVIDEN DE NOSOTRAS”

Esta sanitaria se reivindica con humildad pero con la cabeza muy alta. “Entiendo que no podemos ser los primeros, pero lo que pido a las autoridades es que no se olviden de nosotras”, solicita.

Mari Ángeles trabaja en el Grupo ´Las Mimosas’ dando atención socio sanitaria a mayores. Su responsable y directora, Pilar Acero ha explicado a HOY ARAGÓN que llevan desde el pasado 22 de diciembre de 2020 enviando emails a las autoridades sanitarias de Aragón y todavía no han tenido respuesta.

“Lo único que pedimos es que se les vacune a ellas que asisten en domicilios igual que se nos ha vacunado a todo el personal de la residencia porque corren el mismo o mayor riesgo de contagio”, explica Pilar.


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La Consejería de Sanidad del ejecutivo aragonés explicó ayer que esta semana la prioridad es poner las segundas dosis de la vacuna en residencias y centros sanitarios. Mientras, acaban de llegar a Aragón 5.400 dosis de la vacuna de AstraZeneca a las instalaciones del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, con las que en principio se vacunará a grupos de edad de 18 a 55 años.

Entre este grupo se dará prioridad a profesionales sanitarios no inmunizados hasta ahora, así como estudiantes de Ciencias de la Salud y diferentes colectivos como miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, protección civil, funcionarios de prisiones o docentes.