La planta del Grupo Stellantis en Figueruelas no está pasando por un buen momento. La semana pasada se conocían los nuevos parones en la producción, que se mantendrán al menos hasta el miércoles de esta semana, y que afectan a la línea que produce su modelo estrella, el Opel Corsa. La situación, motivada por la crisis de componentes que también está impactando de forma similar a toda la industria del automóvil, ha supuesto también que se frenen 40 de las 60 contrataciones que estaban previstas para estas fechas.

A esto se suma la denuncia que ha realizado la Confederación Intersindical en su XII Congreso Confederal, el mázimo órgano decisorio que se reúne cada 4 años. Con más de 200 representantes de las 15 organizaciones de todo el territorio español, que suman la representación de casi tres millones de trabajadores, uno de los temas que ha salido a la palestra ha sido la precarización de los trabajadores de automoción, citando específicamente la planta de Figueruelas.

La Comisión Intersindical Española se ha reunido en Zaragoza / MAASZOOM

De hecho, se han aprobado sendas resoluciones sobre la pérdida de condiciones laborales y derechos en las factorías de Opel en Figueruelas, así como la de Ford en Almussafes (Valencia). En el caso de los trabajadores de Opel, se denuncia que “a los brutales recortes de años pasados, ahora suman los contratos del 65% y 67% de la jornada, con lo que ello una tremenda precarización y empobrecimiento para quienes se ven obligadas a aceptar esos subempleos».

La resolución también señala la «discriminación en el reparto de beneficios» y las «dificultades para la conciliación familiar», al obligar a trabajar hasta 35 sábados al año.

UN AÑO DE PARONES

La dirección de la planta zaragozana, que lleva sufriendo parones en su producción desde el año pasado debido a la falta de chips, anunció el mes pasado que no reabriría la Línea 1 de producción en su turno de noche tal como estaba previsto. Además, se han tenido que cancelar turnos en la Línea 2, dedicada al Opel Corsa, por el mismo motivo.

Esta situación, que se prevé larga, va a suponer que se frene la contratación de 400 operarios de los 600 que estaba previsto que se incorporaran a la fábrica a mediados de febrero. La opción que ha tomado la dirección, es flexibilizar las tareas de trabajadores que ahora se encuentran en activo, que cambiarán sus asignaciones en la medida que en las próximas semanas puedan abrirse total o parcialmente nuevas líneas de producción.

Este nuevo revés motivado por la falta de piezas, una situación que es generalizada en los fabricantes de automóviles, vuelve a confirmar que las buenas expectativas que se tenían para la planta a finales de enero fueron flor de un día. Entonces se anunciaron ampliaciones de turnos y reapertura de líneas de montaje, algo que tuvo que se ser de nuevo revisado apenas unos días después, al arrancar febrero, con la paralización del turno de tarde de la Línea 2, lo que se ha agravado en los últimos días al paralizar la línea en su totalidad.