El movimiento ciudadano ‘Teruel Existe’ quiere recobrar su espíritu más combativo. Se pretende comenzar, desde este mes de marzo, reuniones con distintos colectivos para plantear una movilización global en la provincia, recuperando el «espíritu del 99» con el que despuntó este movimiento reivindicativo.

Así lo han explicado hoy los portavoces de este movimiento en una rueda de prensa en la que han explicado con datos la evolución descendente de la población de la provincia, que desde 1900 se ha reducido prácticamente a la mitad, y con ello el deterioro y la falta de infraestructuras y servicios.

Manuel Gimeno, uno de los portavoces del colectivo, ha resaltado el problema con la sanidad «no solo por la falta de los dos hospitales» que están pendientes de construirse, sino por las carencias de especialistas, de transporte sanitario, de nuevas tecnologías o la situación de las listas de espera.

A este problema se suman las históricas demandas de infraestructuras, tanto carreteras como la mejora del ferrocarril, así como la situación de la minería con las dudas sobre la continuidad de la central térmica de Andorra.

También ha recordado las reivindicaciones de los agricultores, agrupados en Agrigate, para reclamar un reparto más justo de la PAC, así como la «sensación de indefensión» que existe en el mundo rural.

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Así, «hay mucho movimiento y pensamos que se dan las condiciones» para que estos movimientos que están realizando acciones de manera individual pueden hacerlo «de manera global«.

UNIÓN DE LAS REIVINDICACIONES

Gimeno ha recordado que «Teruel Existe es un espíritu de reivindicación» en el que «cabe todo lo que tenga sentido y sea bueno para la provincia».

Por ello, plantean la «unificación de todas estas reivindicaciones» que será lo que propongan en las reuniones que van a mantener a lo largo del mes de marzo con partidos políticos, asociaciones, colegios profesionales o sindicatos «para pulsar su intención» de movilizarse.

Entre las medidas que plantean se encuentra una manifestación en Zaragoza para demostrar que en la capital de Aragón son «sensibles con la situación del sur».

Por su parte, Miguel Ángel Fortea, otro de los portavoces, ha detallado los demoledores datos de despoblación que demuestran que «todas las promesas y medidas» que se han llevado a cabo en la provincia no han funcionado, y han llevado a una «situación caótica, incomprensible» y también a un «hartazgo global».

LA MODA DE LA DESPOBLACIÓN

«Se habla mucho de despoblación pero se hace muy poco» y ha alertado de que «el deterioro progresivo de la provincia va en aumento», y mientras tanto «se ha perdido mucho dinero por el camino«, con inversiones por ejemplo en polígonos industriales que se han mostrado que no eran rentables.

En este sentido, Gimeno ha dicho que ahora «está de moda» la despoblación, y que «como la gente intuye que va a haber fondos, y fondos importantes, se están posicionando».

En todo caso, ha dicho que no hay que echar la culpa «solo a los políticos«, ya que los turolenses tienen que «conocer y reivindicar, y si no lo hacemos no nos quejemos».

Por todo ello han animado a recuperar el «espíritu del 99», tal y como ha resaltado Antonio Catalán, uno de los históricos del movimiento, que ha recordado algunos de los principales hitos que llevaron a que en el año 2000, el 29 de noviembre, el malestar por la situación de la provincia culminara en una huelga general, que fue un antes y un después para Teruel.

«Nos han dado bofetadas mil», ha dicho Catalán, pero también «se ha conseguido algún logro«, y ahora quieren volver a retomar esta reivindicación conjunta