Las pernoctaciones en alojamientos turísticos extrahoteleros bajaron en julio el 49,9 % (9,9 millones) respecto al mismo mes de 2019, frente al descenso del 84,6% registrado en junio, según los datos del INE, que reflejan que el uso de casas rurales por parte de residentes en España se disparó el 18,7%.


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En julio, primer mes completo sin restricciones de movilidad tras el estallido de la pandemia de COVID-19, casi 3 millones de viajeros se alojaron en apartamentos turísticos, cámpines, albergues o casas rurales, el 39,7 % menos que un año antes.

Pese a la progresiva apertura de las fronteras, los residentes en España sostuvieron en mayor medida la actividad del sector: con 1,9 millones de viajeros y 7,5 millones de pernoctaciones (el 19,4 % menos), frente a 400.000 usuarios procedentes del exterior que realizaron 2,4 millones de hospedajes (el 77 % menos), según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En Aragón se registraron entre apartamentos turísticos, cámpines, albergues o casas rurales, casi 100.000 pernoctaciones (99.273), mientras que los hoteles registraron 146.034 para un total de 245.307 noches pasadas por los viajeros en la Comunidad.

Los cámpines fueron los que acogieron a la mayoría de los viajeros con 64.299, mientras que entre apartamentos turísticos y alojamientos rurales acogieron casi 35.000 personas, con 16.938 y 18.036 respectivamente.

En el acumulado desde enero, las pernoctaciones extrahoteleras bajaron el 61,7 %, hasta 26,2 millones, mientras que sólo en junio y julio, meses centrales de las vacaciones estivales, se realizaron 11,9 millones de hospedajes extrahoteleros en España, casi 21 millones menos que un año antes.


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Durante el séptimo mes del año permanecieron abiertos en España 127.553 alojamientos extrahoteleros, el 29 % menos que en julio de 2019, pero más del doble que en junio (56.842).

BAJADA DE APARTAMENTOS Y CÁMPINES

Por tipo de alojamiento, las pernoctaciones en apartamentos turísticos descendieron el 66,2 %, con un retroceso del mercado nacional del 35,5 % y del 82,4 % en el caso de extranjeros, y aunque la Comunidad Valenciana, Andalucía y Canarias se mantuvieron como destinos principales, bajaron el 59,1, 60,1 y 79,7 %, respectivamente.

Las pernoctaciones en cámpines anotaron en julio un descenso del 36,3 % respecto al mismo mes del año anterior. Las de residentes retrocedieron el 11,4 % y las de no residentes el 68,1 %, y Cataluña fue el destino preferido para los campistas, pese a retroceder el 49 % en tasas interanuales.

Mientras el precio de los apartamentos turísticos se redujo el 7,8 % en tasas interanuales, el de los cámpines se mantuvo prácticamente estable, con una caída de sólo el 0,3 %.

CASAS RURALES, MÁS UN 3,1%

El uso de alojamientos de turismo rural bajó sólo el 10 % respecto a julio de 2019, gracias a que las pernoctaciones de residentes se dispararon el 18,7 % y compensaron en parte la caída del 68,9 % registrada en las correspondientes a turistas internacionales.

La ocupación de estos establecimientos creció el 3,1 % frente a julio del año pasado y se situó en el 30,1 %, según los datos del INE, que añaden que los precios bajaron el 1,4 %.


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Estos datos confirman las previsiones que apuntaban a que muchos viajeros se decantarían este año por alojamientos aislados y no compartidos ante el temor a contagios, máxime si se tiene en cuenta que las pernoctaciones hoteleras bajaron en julio el 73,4 % respecto al mismo mes de 2019, hasta 11,5 millones.

Las pernoctaciones en el conjunto de alojamientos turísticos colectivos españoles disminuyeron el 66 % en julio y el 68,7 % en los siete primeros meses del año.