Agentes de Policía Nacional han detenido en Zaragoza a cuatro personas durante el fin de semana por incumplir el confinamiento establecido en el decreto de estado de alarma por COVID-19 y provocar distintos incidentes de orden público.


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Según informa la Dirección General de Policía, sobre las 13.20 horas del domingo, unos agentes que patrullaban por calle Cerezo se percataron de la presencia de un hombre en la vía pública que entablaba conversación con otra persona asomada a un balcón.

Al ser preguntado por el motivo por el que se encontraba ahí, el presunto infractor, J.M.M.J., de 42 años y con antecedentes policiales, contestó a los agentes que «no me apetece estar en casa».

Tras requerirle para que regresara a su domicilio, los agentes abandonaron el lugar, pero al pasar unos minutos más tarde por la zona vieron que se encontraba en el mismo lugar y que les decía al ser advertido que hacía «lo que le daba la gana», por lo que procedieron a la detención

MÁS DETENCIONES

El primer suceso del sábado se registró sobre las 03.40 horas de la madrugada del sábado, tras un aviso al 091 de un vecino de la calle Maestro Mingote para informar de fuertes golpes y gritos en un inmueble cercano.

Los agentes desplazados al lugar de los hechos localizaron a un joven aporreando la puerta del domicilio de su expareja, que en declaraciones posteriores a los policías aseguró que no quería dejarle entrar al encontrarse en estado de ebriedad.

Aunque el joven, J.D.C.T., aceptó inicialmente regresar a su casa en cumplimiento de la orden de confinamiento, los agentes, que permanecieron en las inmediaciones en previsión de un nuevo incidente, observaron como regresaba y volvía a golpear la puerta, por lo que procedieron a su detención y puesta a disposición judicial.

Sobre las 11.30 horas de la misma jornada, un vehículo patrulla de la Policía Nacional fue requerido por varias personas para informar que en la avenida Pablo Gargallo, en frente de una panadería, había dos hombres molestando e increpando a los personas que transitaban por la zona.

Estas dos personas, de 55 y 42 años, fueron propuestos para sanción y requeridos para abandonar el lugar, momento en el que el más joven de ellos, H.R., con antecedentes policiales, fue detenido por negarse a cumplir con el requerimiento hecho.


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A primeras horas de la madrugada del domingo, una patrulla policial observó en el paseo Sagasta de la capital aragonesa un turismo que circulaba sin luces y haciendo maniobras «extrañas«, por lo que los agentes solicitaron a su conductor que se detuviera con señales acústicas y luminosas.

Sin hacer caso de las advertencias, el vehículo aceleró su velocidad y se saltó varios semáforos en rojo para tratar de alejarse del lugar. Tras ser interceptado el vehículo, la mujer que lo conducía, K.S.M.D., de 27 años, comenzó a insultar a los agentes y les agredió, pero sin causarles lesiones graves.

La mujer dio positivo posteriormente en la prueba de alcoholemia que le realizó una patrulla de policía local desplazada al lugar de los hechos, y fue detenida por presuntos delitos contra la seguridad vial, atentado y desobediencia grave.

A todos los detenidos se les responsabiliza de presuntos delitos de desobediencia grave a la autoridad judicial, así como del incumplimiento de las medidas establecidas en el decreto de declaración del estado de alarma