Se presenta como el Coordinador de Seguridad del Real Zaragoza; pero no es el único equipo en el que ha trabajado como responsable de seguridad. En la S.D. Huesca, C.D. Ebro y el club de baloncesto Casademont Zaragoza. Sus ojos y sus oídos vigilan y escuchan todo lo que sucede en el campo. «Tengo a 1.480 personas controladas e identificadas en la grada de animación«, explica, porque es en esta grada donde desde que hace dos años La Liga situara a todos los grupos ultras prohibidos, y allí se han ubicado sus miembros.


Publicidad



Publicidad


“Los ‘Ligallo‘, sobre todo, pero sus líderes históricos ya no están ahí. Ahora son padres de familia y ven el fútbol con sus hijos desde otras localidades del campo», reconoce este Policía Nacional que prefiere guardar el anonimato en esta entrevista concedida a HOY ARAGÓN.

La Segunda División no es, en cuestión de ultras o lo que quede de ellos, como la Primera División. «Están los del Sporting, Oviedo o Racing de Santander, pero la mayoría son tranquilos. Nada que ver con los ‘Bukaneros’ del Rayo Vallecano o los ‘Boixos Nois’ de Barcelona», relata. Grupos ilegalizados en el campo pero que siguen buscando enfrentamientos y provocando peleas incluso dentro de los estadios.

Recientemente, el sindicato policial JUPOL denunciaba los insultos que en el estadio de Anoeta proferían algunos hinchas de la Real Sociedad en un partido de liga. «Son los antiguos miembros de la ‘Peña Mújica’, de ideología izquierdista y nacionalista vasca. Ahora se hacen llamar RSF FIRM«, relatan portavoces pertenecientes a este sindicato.

Y así pasa con muchos otros colectivos como ‘Indar Gorri’, aficionados radicales de Osasuna, que recientemente se han visto involucrados en varias peleas concertadas con hinchas del Valladolid. Uno de sus lugares de reunión en Pamplona era atacado por radicales del Barcelona esta misma semana por palos y navajas.

¿Podríamos ver casos similares en Aragón? «Me reuní con el actual líder de ‘Ligallo’, y se le expuso la normativa que rige en materia de seguridad, mostrándose de acuerdo y hay un pacto de no violencia en el fútbol. No existen como tal para la Liga, pero siguen activos entre ellos. Ahora son más jóvenes los que van a animar, pero hay que tener en cuenta que si se encuentran con un altercado podrían implicarse», explica el Policía Nacional responsable de la Seguridad del Real Zaragoza.

El trabajo de este Subinspector de la Policía Nacional es más complejo antes de los partidos. «Una vez que están en el campo todo está más controlado gracias a las cámaras de seguridad del estadio y el trabajo de unidades como UIP y UPR». Además, nos cuenta que, desde este año, todo el que entra en la grada de animación pasa por un control especial biométrico. «Así, absolutamente todos están identificados y ellos lo saben. Por eso los incidentes es más fácil que sean fuera del estadio, antes o después», añade.

OTRO ‘AVISPERO’ QUE CONTROLAR

Los ‘Ligallo’ existen, nos cuenta, y son los más numerosos, pero ya hay un pacto previo y han decidido, de momento, «portarse bien, y dedicarse a animar». Le preguntamos por otras facciones ultras históricas. «Colectivo 1932 apenas existe cómo antes, y falta tener en cuenta a otro grupo, este izquierdista», se refiere a ‘Avispero’. Este grupo afín a la ultraizquierda ya protagonizó el último altercado violento en Zaragoza que acabó con destrozos en un bar. Sucedió en septiembre del año pasado, en una pelea en la que al parecer podrían estar también involucrados antiguos miembros de ‘Colectivo’.

‘Avispero Hooligans’, para este Policía Nacional, se trata de un grupo más reducido que ‘Ligallo’. «Muchos de sus miembros ya no son ni siquiera socios del Real Zaragoza», apunta este Subinspector. Sin embargo, son los que están generando los últimos problemas que la Policía tiene registrados y vinculados a ultras. «Cuando vino el Oviedo a jugar esta temporada, sus aficionados nos avisaron que se habían puesto en contacto con ellos personas que decían pertenecer a ‘Avispero’ para organizar una quedada para pegarse, algo que se evitó con el dispositivo de seguridad», relata este Policía Nacional.

La seguridad y presencia policial sobre todo teniendo identificados a los elementos más violentos, ha reducido y mucho las actividades de estos grupos ultras. Sin embargo, las recientes peleas organizadas en Pamplona o los insultos en San Sebastián hacen que todavía haya que estar muy alerta.


Publicidad



Publicidad


«El listado de personas que viajan a animar al equipo, si alguno es violento, cuántos son, cómo viajan… Toda esta información es el trabajo previo entre los Coordinadores de Seguridad de los equipos, lo notificamos cuando el Real Zaragoza juega fuera y nos lo notifican cuando juega en casa», dice este Policía que recuerda que siempre hay que estar alerta, sobre todo en partidos de riesgo, «No están vinculados como antes a grupos criminales pero pueden quedar para pelearse y generan inseguridad, pero el trabajo de la Policía queda patente y da resultados», sentencia.