El pasado viernes, durante el pleno municipal en el Ayuntamiento de Zaragoza, se constató lo que viene siendo habitual: la oposición criticando la gestión de ZEC al tiempo que se fotografía la soledad del Gobierno.

La oposición en bloque -PP, PSOE, Ciudadanos y CHA- sacaron adelante, frente a la posición de ZEC, el dictamen emanado de la Comisión de Investigación sobre la empresa pública ‘Ecociudad’. Un informe que incluye una petición al asesor jurídico de la sociedad municipal sobre posibles responsabilidades jurídicas de ZEC.

Por otro lado, las conclusiones de dicha Comisión de Investigación promueven también el encargo de otro informe al mismo asesor para dirimir las posibles responsabilidades patrimoniales de los tres consejeros de ZEC en el consejo de administración de la sociedad: el alcalde Pedro Santisteve, la concejala de Medio Ambiente Teresa Artigas y el concejal de Urbanismo Pablo Muñoz.

EL RELATO FALSO DE ZEC CON APARIENCIA DE DELITO

El citado dictamen de la Comisión de Investigación sobre ‘Ecociudad’ concluye, además, que el Gobierno de ZEC construyó un «relato con falsa apariencia de delito» cuando, tras un procedimiento de información reservada en el que no se dio audiencia a los afectados, puso estos hechos en conocimiento de la Fiscalía, lo que desembocó en la investigación del gerente de la sociedad y de dos técnicos en una causa posteriormente archivada.


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ZEC intentó sin éxito, durante el pasado pleno municipal, aprobar un voto particular en el que rechaza las conclusiones y en el que instaba a no enrocarse en un «laberinto de descalificaciones personales» y, en su lugar, «hablar de política» en relación a la gestión del agua.

La responsable de Medio Ambiente y hasta hace unos días vicepresidenta de Ecociudad, Teresa Artigas, consideró que la dimisión de los tres representantes de ZEC en el consejo fue un «acto de generosidad» en el que se dio un «paso atrás» para hablar de política y no de personas.

A su juicio, «desmantelar» el negocio relacionado con el agua en la ciudad y que los servicios de saneamiento y depuración se gestionen conjuntamente con el suministro es lo que le importa a los zaragozanos y no los «dimes y diretes».

ZEC SE QUEDA SOLO ANTE LAS CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

En el turno de los grupos municipales, el portavoz popular, Jorge Azcón, definió la sesión como un «varapalo histórico» para el alcalde Santisteve, a quien «le han caído por todos los lados». En su opinión, no se trata únicamente de un problema de «mala gestión», sino de democracia, ya que el Gobierno cuando se da cuenta de que no tiene una mayoría suficiente «se va corriendo» en lugar de negociar y pactar.

Previamente, su compañero de filas Sebastián Contín, acusó a ZEC de utilizar «tácticas políticas propias del chavismo«, y consideró «inoportuno» hablar ahora de la gestión del agua, ya que el Ayuntamiento tiene un control directo de todo el ciclo.

El portavoz de ZEC, Pablo Muñoz, negó las coacciones y la falta de garantías en el proceso de información reservada, mientras sí ha considerado probado que el gerente, Miguel Ángel Portero, sacó adelante cambios de mejoras en el contrato de la depuradora de La Almozara cuando no tenía competencia para ello.


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Desde el PSOE, Lola Ranera, tras lamentar que este Pleno tuviera que ser convocado por el secretario, algo inédito hasta ahora en democracia, ha insistido en que «ZEC sigue estando solo» y el alcalde está «haciendo el ridículo» con su discurso de «negación de todo» y acusando falsamente y «coaccionando» al gerente de Ecociudad.

La concejala socialista le recordó al alcalde de Zaragoza que no le votaron para «manipular a funcionarios», hacer interrogatorios «inconstitucionales» e «inquisitoriales» o para que saliera de Ecociudad «con una pataleta de niño malcriado«, en referencia a su dimisión como presidente de la sociedad municipal.

El concejal de Ciudadanos Alberto Casañal acusó al Gobierno de la ciudad de intentar lanzar «cortinas de humo» después de que lo más habitual en sus declaraciones ante la comisión fuera el «no recuerdo». Además, esgrimió que «llevar la contraria» a un dictamen en el que se han puesto de acuerdo los otros cuatro grupos es «una falta del respeto» tanto a las cuatro formaciones como a los ciudadanos.

Por su parte, el portavoz de Chunta, Carmelo Asensio, reivindicó la presunción de inocencia, motivo por el cual no votaron tampoco algunas de las conclusiones aprobadas, aunque tampoco apoyó el voto particular de ZEC porque niega los hechos. En sus palabras, lo único que ha quedado probado es la «irresponsabilidad política» del equipo de gobierno y la «pésima gestión» en ‘Ecociudad’, la presión al gerente y a los trabajadores por parte de ZEC.