El Juzgado de Primera Instancia número tres de Teruel ha condenado a un hombre a 50 jornadas de trabajos a la comunidad como autor de un delito de violencia contra la mujer tras haber acosado a su expareja, a quien no podrá acercarse durante el plazo de un año a menos de cien metros.

La sentencia da como probado que el acusado envió a su expareja más de un centenar de folios de mensajes de Whatsapp y que, tras ser bloqueado en la red de mensajería, siguió efectuando llamadas telefónicas constantes, seguimientos con el vehículo y esperas frente al domicilio de la víctima.


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Por esa razón, el juez ha concluido que la mujer «fue perturbada en su vida diaria«, lo que le ocasionó «cierto temor, desasosiego y preocupación».

Como el acusado ha dado su conformidad, la pena que se le ha impuesto es el resultado de una reducción de un tercio con respecto a la que había solicitado el Ministerio Fiscal, y la sentencia es firme porque ninguna de las partes ha manifestado su decisión de recurrirla.