La labor desarrollada por el Servicio de Conservación de Arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza ha permitido unos ahorros en la factura eléctrica municipal de hasta 4 millones de euros al año, a través de medidas como ajustes de potencia contratada o mantenimiento de edificios.


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La intención del Consistorio zaragozano es a partir de noviembre de 2018, cuando finalice el actual contrato de energía, constituirse como consumidor directo y agente del mercado eléctrico.

Una vez concluidos los trámites el Ayuntamiento de Zaragoza tendrá una mayor capacidad en la toma de decisiones acerca de la compra y el origen de los 118 Gw/año que consumen los 1.800 puntos de suministro municipales, informan fuentes del Consistorio en una nota de prensa.

Dichas fuentes recuerdan que los últimos pliegos de condiciones relacionados con la actividad mantienen el modelo existente, pero incorporan la obligación de certificación de que el suministro provenga 100% de fuentes de energías renovables.

El modelo actual de gestión se basa en la adquisición de la energía por medio de una empresa comercializadora, que es la encargada de comprar dicha energía en el mercado y facturarla posteriormente al Ayuntamiento.

El sistema futuro de gestión de la compra directa se basará en decisiones diarias de adquisición de energía de manera directa en función de las necesidades del Ayuntamiento.

Según la concejal de Medioambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Teresa Artigas, «se trata de una apuesta clara por una mayor soberanía y autonomía frente al oligopolio de las eléctricas» y supone «un nuevo hito» en la lucha contra el cambio climático y en la apuesta por las energías renovables.