Todos los grupos municipales en el Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado, con la única abstención de Zaragoza en Común (ZeC), una propuesta de resolución del PP, a la que se ha sumado una enmienda transaccional del PSOE, en la que se apoya modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para ayudar en la financiación del nuevo campo de fútbol.


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En concreto se indica que para la construcción del estadio se convocara, en el primer semestre de 2023, un concurso para adjudicar la explotación a cambio de financiar las obras y en las bases se introducirán cláusulas para conjugar la gestión privada con la preservación del interés público municipal.

Previamente al concurso, el próximo 21 de noviembre en la Comisión de Urbanismo se debatirá la modificación del PGOU para la utilización de los 42.500 metros cuadrados de suelos de uso terciario que están asignados desde 2005 en el ámbito de La Romareda.

Esta modificación, que será ratificada el día 29 en el pleno, supone que cerca de la mitad de ese suelo terciario se incorporará al nuevo estadio, en el que podrán incluirse actividades comerciales. El resto del suelo terciario disponible en ese área se enajenará con el objetivo finalista de financiar el proyecto de recuperación e integración urbana del cauce del río Huerva en la ciudad.

A esta propuesta de resolución se ha añadido una enmienda transaccional del PSOE en la que se reclama que en todo este proceso de construcción del nuevo estadio prime el «consenso, transparencia, legalidad y viabilidad económica».

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha comentado antes de la votación de las propuestas de resolución que la sociedad deportiva del Real Zaragoza pagará el estadio y ha dicho estar dispuesto a negociar con los grupos municipales y que el consenso continúe.