El plan municipal de emergencias del Ayuntamiento de Zaragoza, activado en su fase 1 de las 3 posibles, será desactivado esta tarde noche después de que el caudal del Ebro a su paso por la ciudad esté descendiendo y que la punta de la crecida esta mañana haya sido menor de la esperada, con 1.550 m3/s frente a los 1.900 previstos.


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Alrededor de las 17.00 horas, el río bajaba con un caudal de 1.530 m3/s que irán descendiendo durante la noche y este martes, por lo que el Plan será desactivado en las próximas horas aunque se mantendrán los trabajos de prevención para evitar posibles afecciones, según ha explicado a los medios de comunicación el concejal delegado de Bomberos, Alfonso Mendoza, tras la visita que ha girado a los barrios rurales más próximos al Ebro.

Acompañado por la concejala delegada de Barrios Rurales, Paloma Espinosa, y miembros del cuerpo de bomberos y de la Policía Local, Mendoza ha agradecido el trabajo desarrollado por los servicios de emergencia municipales durante las últimas horas, que han recomendado a la ciudadanía que siga siendo prudente y no se acerque demasiado a las riberas del río aunque se desactive el plan de protección civil.


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Y también días después, cuando baje el nivel, dado que suelen quedar zonas de fango en las orillas de algunas zonas fuera del casco urbano.

Mendoza ha apuntado que, según las previsiones, habrá lluvia los próximos días que no serían suficientes como para tener que volver a activar el plan de emergencias, «al menos con las previsiones actuales» y que, si fuera el caso, «se volvería a activar».

Las afecciones de esta crecida ordinaria a su paso por Zaragoza han sido «mínimas», dado que habían previsto medidas para un caudal de 1.900 m3/s, que ha sido menor, si bien por precaución se desalojó este domingo una residencia en Monzalbarba en la que había 88 personas con movilidad reducida y a otras 40 personas del barrio rural de Movera