Los datos son los datos, y el sorpasso de Zaragoza a Sevilla en cuanto a población es un hecho. Con fecha a 1 de enero, la capital aragonesa contaba con 694.109 habitantes, por los 693.229 de la capital hispalense. Pero los datos son a menudo engañosos, y en el contexto demográfico hay que tener en cuenta no sólo los municipios, sino sus áreas metropolitanas, es decir, la población que existe en las localidades limítrofes que, a menudo, forman parte de una misma conurbación.

Y, en ese aspecto, Zaragoza no está tan bien posicionada. El entorno de la capital aragonesa está poco densamente poblado, destacando especialmente los municipios de Utebo, con 18.881 habitantes (INE, 2022) y Cuarte, con 14.169. Lejos quedan otros municipios circundantes, como María de Hueva (6.021), Cadrete (4.473) o Villamayor (2.872).

En total, el área metropolitana de Zaragoza suma 765.168 habitantes, lo que la sitúa en octava posición dentro de España. Por delante se encuentran, como parece lógico, las de Madrid (6.265.362 habitantes), Barcelona (5.197.221) y Valencia (1.572.987); pero también por encima están, por este orden, Sevilla (1.312.210), Málaga (1.004.088), Bilbao (904.423) y el conglomerado Oviedo-Gijón-Avilés (792.928).

Volviendo a la comparación con Sevilla, hay que considerar que, mientras el área metropolitana de Zaragoza es bastante exigua, la capital andaluza suma muchas localidades en sus inmediaciones, tantas como 46. Destaca Dos Hermanas, con una población de 137.561 habitantes, seguida de Alcalá de Guadaira (75.917) y Utrera (51.402). Hay, además, otras 10 localidades con más de 20.000 habitantes (tales como Los Palacios, Coria del Río o Camas), a menudo ciudades – dormitorio en las que la población vive pero trabaja o estudia en Sevilla capital.

La realidad es que aunque Zaragoza y Sevilla puedan parecer ciudades parecidas por tener en torno a 700.000 habitantes no lo son. La estructura urbana de ambas es radicalmente diferente. La ciudad de Zaragoza no sólo tiene una exigua área metropolitana sino que su zona de influencia es arrolladora en la región aragonesa. La zona metropolitana no tiene más de 50.000 habitantes y la ciudad supone un aspirador de población del resto de Aragón, donde es más del 50% de la población aragonesa. Sevilla es completamente distinto.

La ciudad de Sevilla no es ni el 50% de la población de su área de influencia. Otra de las causas que diferencian Sevilla de Zaragoza son los flujos de población porque la población del municipio de Sevilla se redistribuye en su propia zona de influencia y no deja de crecer. Es el caso de Dos Hermanas donde en pocos años ha ganado 10.000 habitantes.

Algo similar ocurre en Málaga, cuya población en el municipio es de 579.076 habitantes, pero que prácticamente se dobla si se suman las localidades que forman su conurbación, tales como Mijas (89.502), Fuengirola (83.226) o Benalmádena (73.160).

Por su parte, Bilbao es un caso extremo en este aspecto. El término municipal de la capital vizcaína solo registra una población de 352.700 habitantes, mientras que si se suma toda su enorme área metropolitana se superan los 900.000. Destacan Baracaldo (100.061), Getxo (80.089), Portugalete (47.742) y Santurce (47.076).