La Policía Nacional y la Policía Local de Zaragoza desplegarán un dispositivo de control especial a partir de la madrugada del 9 de mayo, cuando decae el estado de alarma, que se centrará especialmente en evitar aglomeraciones por la noche, al finalizar también el toque de queda a las 23 horas.

En declaraciones a los medios tras la celebración de una Junta Local de Seguridad, la delegada del Gobierno en Aragón, Pilar Alegría, ha explicado que se trata de un dispositivo flexible y muy similar al que ya se estableció durante el puente del 12 de octubre.

Así, se reforzará la presencia policial en lugares propicios a las agrupaciones de personas, como parques, riberas o explanadas.

Para ello, ambos cuerpos se han dividido los principales ocho parques de la ciudad -la Policía Nacional vigilará la arboleda de Macanaz y los parques Grande, Delicias y Bruil, así como la margen izquierda del Ebro-, mientras que la Guardia Civil actuará en los barrios rurales.

En cuanto a las fiestas en casas, Alegría ha apuntado que sigue siendo necesaria la colaboración ciudadana, ya que suelen ser las primeras voces que dan aviso de estas concentraciones de personas en domicilios particulares.

Por lo demás, ha recordado que el 9 de mayo decae el estado de alarma, pero que ello no significa que decaiga la pandemia o que el virus desaparezca de la sociedad. En ese sentido, la delegada del Gobierno ha subrayado que, ahora más que nunca, es necesario seguir echando mano e la responsabilidad individual.

Ha resaltado que, afortunadamente, España está entre los cuatro primeros países europeos en ritmo de vacunación, pero sigue siendo necesario hacer gala de la responsabilidad ciudadana para proteger a quienes tenemos alrededor y a «cada uno de nosotros».

El control policial será más exhaustivo y con mayor número de agentes cuando lleguen las fechas en las que los diferentes municipios aragoneses deberían celebrar sus fiestas patronales, suspendidas hasta el 31 de agosto por el Gobierno de Aragón.

Por su parte, el alcalde de la capital aragonesa, Jorge Azcón, ha mostrado antes de la reunión su preocupación por el fin del estado de alarma y, especialmente, por las concentraciones que se puedan producir por la noche cuando decaiga el toque de queda.

A este respecto, ha señalado que ayer murieron 160 personas en España y se produjeron más de 8.000 contagios de COVID-19, por lo que el fin del estado de alarma «no significa que hayamos acabado con el virus».

El primer edil ha solicitado la reunión de la Junta Local de Seguridad para coordinar a los distintos cuerpos policiales de cara a una mayor presencia de gente en la calle, sobre todo por la noche, y para lanzar de nuevo a los zaragozanos el mensaje de que sigue siendo necesario ser responsables, porque «no podemos normalizar que ayer murieran 160 personas y que hoy siga muriendo gente».

Ha recordado que no todo el mundo está vacunado y que hay que ser «especialmente responsable» ahora que concluye un instrumento que ayudó a parar al virus, como el estado de alarma, y el Estado no cuenta con una legislación sustitutiva.

Asimismo, ha pedido, sobre todo a los jóvenes, que sean conscientes de que sigue muriendo gente por el coronavirus. Sobre un posible confinamiento perimetral de la ciudad de Zaragoza ante el aumento de casos, Azcón ha asegurado que la preocupación no es de ahora y que llevan «un año preocupados».