Una exposición de paneles informativos, ubicada al inicio de la Gran Vía de Zaragoza, difunde la labor de los voluntarios del Banco de Alimentos, que ante el aumento de la inflación ha registrado una aminoración de donaciones tanto de particulares, como de empresas y precisa de dinero en efectivo para hacer las compras de los productos más necesarios.

La exposición se podrá ver hasta fin de mes con el objetivo de que los ciudadanos conozcan la labor de los 150 voluntarios que, de forma altruista, trabajan desde hace casi 30 años para ayudar a más de 200 entidades que necesitan de la aportación de alimentos para los más desfavorecidos.

En declaraciones a los medios de comunicación, Natalia Chueca, consejera municipal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, ha dicho que el Ayuntamiento, al inicio del mandato, se encontró con unas aportaciones escasas de «apenas unos 10.000 euros anuales al Banco de Alimentos» y estos cuatro años se ha ampliado a 65.000 euros anuales, a través de un convenio al que se realizará una adenda «para aportar 20.000 euros más».

A esto, se suman los 25.000 euros que aporta Mercazaragoza cada año y, además, ha habido una aportación extraordinaria de un donante empresarial anónimo, que permitirá adquirir 25.000 euros en leche y aceite.

Chueca ha pedido a las instituciones que se sensibilicen con la «gran labor» que realiza a la sociedad el Banco de Alimentos y «que no tiene el respaldo que debería tener» del Gobierno de Aragón.

MÁS PROTEÍNA

Por su parte, el presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, José Ignacio Alfaro, ha dicho que la exposición cuenta quienes son, el trabajo que se hace, los voluntarios que colaboran y los repartos que se hacen. «Es un flash para hacerse una idea perfectamente de lo que representa el Banco Alimentos».

José Ignacio Alfaro ha informado de que los gastos mensuales oscilan entre los 10.000 y 11.000 euros y la aportación del Ayuntamientos cubre la mitad del presupuesto del ejercicio. «Estamos encantados y más todavía ahora porque aportarán 20.000 euros más al convenio de 65.000 euros anuales». A ello se suma esa donación anónima de 25.000 euros de una empresa instalada en Aragón que permitirá hacer esa compra de aceite y leche, que es lo más perentorio.

Ha relatado que en años anteriores el Banco de Alimentos recibía, a través del Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD), 311.000 litros de leche y este año «nada». Con fondos propios, han podido comprar la carga equivalente a dos trailers, unos 50.000 litros, pero hasta los 311.000 litros necesarios podrán adquirir una parte con esta donación privada.

El año pasado, se dieron 147 kilos por persona al año y en la actualidad ha bajado a 112 kilos, un 21 por ciento menos de las entregas de alimentos a los más necesitados.

Además de aceite y leche, también se precisa de conservas de carne y pescado porque se ha mejorado la dieta de los segundos platos al poder variar de la pasta, arroz y legumbres y ahora se compra pollo, huevos y platos preparados. Las conservas de sardinas, atún, carne y salchichas son productos que se intentan dar porque tienen más proteína, aunque es más caro que las legumbres, arroz y pasta. «En kilos se ha bajado, pero se han aumentado las proteínas que se da a la gente».

BIZUM

José Ignacio Alfaro ha agradecido la gran acogida ciudadana, en noviembre, con La Gran Recogida, que permite tener saldos a favor en la cuenta del Banco de Alimentos y comprar con arreglo a ese límite. En la actualidad, dada la situación, se hará un Operación Kilo el primer fin de semana de junio para hacer donaciones de dinero y eliminar los costes de transporte y optimizar recursos.

«La realidad se impone y las donaciones de dinero funcionan muy bien«, ha reconocido Alfaro porque el cliente al pasar por la caja del supermercado deja una cantidad con la que luego se compran esos alimentos y permite jugar con las fechas de caducidad y prorratear la compra de lo que se necesita.

Una de las formas de hacer donaciones al Banco de Alimentos es mediante el Bizum al número 38087. «Es una maravilla porque se reciben ingresos en la cuenta de pequeñas cantidades de 100, 50, 30 o 10 euros, que es un goteo permanente que antes no había«.