Se llama Ruth y su testimonio ha conseguido muchas respuestas de solidaridad en las redes sociales. En él explica que visitó el Centro de Salud de Delicias con su hija por una urgencia. «Me dijeron que tenían las urgencias dadas y que tenía que ir al centro de La Bombarda», relata.


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Ella llegó a las 16:35 y le explicaron, según relata, que cerraban a las 17:00 horas y por eso debía ir a otro centro de salud. «Mi contestación fue que de allí no me movía. Primero porque era una urgencia y segundo porque faltaban 25 minutos para las cinco de la tarde», añade Ruth en su relato. «O me atienden, o llamo a la policía», explicó Ruth a los funcionarios con los que hablaba. Al final, cuenta, le atendieron pero no pudo reprimir su enfado al tener que forzar la situación para esperar una respuesta positiva.

No es el único caso; a Aurora Rubén Romero le pasó algo similar. «Fue con mi hijo al centro de salud de Las Fuentes Norte por una urgencia y me dijo la chica de recepción que me iba a tirar allí toda la mañana. Que había muchísima gente y si quería que me atendiesen tenía que esperar», recuerda.

Después, explica, llegó a la consulta y se sorprendió al no ver a nadie esperando. «La chica que había me atendió enseguida porque no había nadie antes», añade. «¿Por qué me dijeron que me iba a aburrir de esperar si luego no había nadie?», se pregunta

INDIGNADOS Y RESIGNADOS

A Carmen Conte le sobrevino un dolor fuerte. «No podía ni tenerme en pie«, asegura. Explica, como Ruth, que no le quisieron atender, según dice que le contaron,  ya que faltaba media hora para el cierre del centro de salud. «Puse la correspondiente queja en atención al paciente pero con eso me quedé», dice Carmen.

«Si vas al hospital saturas pero si vas al ambulatorio…», replican en redes sociales. Las urgencias médicas que los usuarios denuncian que no son atendidas y, explican, que van a su centro de salud para no saturar los hospitales, pero que para eso necesitan una atención básica.


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Citas con esperas de semanas e indignación que va en aumento. Señalan a responsables de gestión, no a los sanitarios, que entienden que trabajan e intentan hacer todo lo que pueden. Todos se preguntan lo mismo: ¿qué está pasando en la atención sanitaria?