Según el informe de fiscalización del Ayuntamiento de Zaragoza de los años 2016 y 2017, durante la gestión de Zaragoza en Común, publicado hoy por la Cámara de Cuentas, se refleja en las cuentas la imagen fiel de su patrimonio y situación financiera, aunque señalan errores e incorrecciones.

El Ayuntamiento de Zaragoza realizó gastos pendientes de aplicar al presupuesto por bienes o servicios efectivamente recibidos por 138 millones (93,7 millones en 2016 y 45 en 2017).

Entre ellas, estos gastos pendientes de aplicar, pero también la no inclusión en las cuentas anuales de provisiones para hacer frente a contingencias como las reclamaciones de los contribuyentes que exigen la devolución de cantidades ingresadas en ejercicios anteriores por la plusvalía, las sentencias que obligan al Ayuntamiento a pagar determinadas cantidades o los litigios pendientes de resolver.


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La Cámara de Cuentas calcula que la provisión para las reclamaciones por las plusvalías debería de ser de entre 43 y 73 millones de euros, mientras que para hacer frente a las sentencias judiciales condenatorias el órgano fiscalizador estima una provisión necesaria de 46 millones en 2016 y 57 millones en 2017, con intereses de demora de 8,3 y 10,6 millones, respectivamente.

Por otro lado, según el informe, en la contabilidad no aparecen registrados debidamente los fraccionamientos y aplazamientos de deudas concedidos por el Ayuntamiento a los contribuyentes y que ascienden a 15,8 millones en 2016 y 16,4 millones en 2017.

Ademas, las deudas de terceros con el Ayuntamiento que se consideran incobrables suman 71 y 54 millones más, respectivamente, de lo computado en los ejercicios de 2016 y 2017.

La Cámara de Cuentas también destaca que el Ayuntamiento pagó obras, servicios y suministros sin tramitar expedientes de contratación ni reconocer extrajudicialmente sus obligaciones por casi 35 millones de euros entre los dos ejercicios.


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Por otro lado, se detecta un riesgo de fraccionamiento de los contratos menores por tres millones de euros entre los dos ejercicios. Un tercio de todos los contratos de obra se tramitaron como contratos menores.

En el caso de la participación del Ayuntamiento en la sociedad Alta Velocidad, la Cámara de Cuentas echa en falta una falta de provisión para riesgos y gastos de 21,6 millones en 2016 y de 8,7 millones en 2017 para hacer frente a sus responsabilidades como accionista, dada la negativa situación económica de la sociedad citada.

De mantenerse la situación, se agrega en el informe, será «difícil» que el Ayuntamiento recupere el dinero prestado o comprometido a la sociedad, en total más de cien millones de euros desde 2012, de los que 81,6 aún están pendientes de aportar.

UNA SITUACIÓN CRÍTICA

La consejera municipal de Hacienda, María Navarro, ha hecho una primera valoración del informe definitivo de la Cámara de Cuentas y ha considerado que es «demoledor» y que revela la gestión «desastrosa» de la izquierda.

En rueda de prensa, Navarro ha señalado que ya ha enviado a todos los portavoces municipales el documento, a quienes ha invitado a leerlo «con detenimiento», y planteará un debate sobre el mismo en la Comisión extraordinaria de Hacienda que se celebrará el próximo lunes.

Aunque será mañana cuando dé una valoración con datos más precisos, ha insistido en que el informe corrobora que la situación económica del Ayuntamiento es «desastrosa», más grave incluso que la que arrojaba la auditoría encargada por el Gobierno PP-Cs.

Es más, ha asegurado que esto «va a hacer repensar muchas cosas» y que el presupuesto de 2020 «quizás» pueda verse afectado.


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Lo más relevante, en palabras de María Navarro, son los criterios de imputación de deudas, ya que el documento contable señala que hay deudas no imputadas que deberían aparecer en la contabilidad municipal, así como otras relativas a sociedades o procedentes de préstamos participativos, como el de Zaragoza Alta Velocidad.

«Estoy preocupada, creo que los zaragozanos no han sido conocedores de cómo han gestionado sus dineros«, ha lamentado Navarro.