El Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza ha instado hoy a las Cortes Generales -con el voto favorable de ZEC, PSOE y CHA, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra del PP- a que se despenalice y regule la eutanasia y el suicidio asistido para garantizar la dignidad de las personas.

En defensa de la iniciativa, Luisa Broto (ZEC) ha considerado que hay un consenso médico en torno a este asunto, que supondría un avance en dignidad y derechos. «La muerte nos atraviesa a todos» y no distingue entre partidos, ha expresado, en respuesta al rechazo del Grupo Popular.


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Del mismo modo, ha llamado la atención sobre la Ley de Muerte Digna que Aragón aprobó en 2011, que no está «lo suficientemente traspuesta».

La concejala del PP Reyes Campillo ha mostrado su respeto y solidaridad hacia todas las personas que están sufriendo en este tránsito, pero ha justificado su voto en contra porque ni el Ayuntamiento es competencia en el asunto, ni coincide el texto con lo que se debate en el Congreso de los Diputados.

Por el PSOE, Lola Campos ha pedido no confundir términos como muerte digna o cuidados paliativos con la eutanasia y ha sostenido que este debate está ya «superado» en muchos países.

Cristina García (Ciudadanos) ha defendido que su formación va «mucho más allá» y que esta iniciativa no recoge todas las necesidades, ya que cree que la prioridad es aprobar una ley humanitaria que garantice los derechos y una asistencia de calidad.

Leticia Crespo, de CHA, ha asegurado que «vivir es un derecho, no una obligación» y ha abogado por regular la eutanasia y el suicidio asistido con garantías, porque cuando una persona decide de forma «consciente, informada y libre» no vivir, «lo único que se puede hacer es respetarla y regular» el que es «su último derecho, su última libertad».