Esta vez no ha habido sorpresa de última hora y los grupos municipales de ZEC, PSOE y CHA en el Ayuntamiento de Zaragoza han aprobado inicialmente los presupuestos para 2018.

La aprobación definitiva de las cuentas tendrá lugar, no obstante, después del periodo de alegaciones, previsiblemente en el Pleno ordinario de finales de febrero.


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El consejero municipal de Economía, Fernando Rivarés, antes de protagonizar un rifirrafe con el portavoz del PP, Jorge Azcón, ha defendido el presupuesto porque, a pesar de que «no es el mejor» y de que habrían preferido otro, es de «justicia social» y recoge aportaciones vía enmiendas no solo de PSOE y CHA, sino también de Ciudadanos e, incluso, tres del Grupo Popular.

ACUERDO DE LA IZQUIERDA

La cifra global del presupuesto crece este 2018 un 4 por ciento hasta los 753 millones de euros -796 si se incluye a los organismos autónomos-, destina 110 millones a políticas sociales, 65 a inversión, 47 a vivienda pública y recoge por primera vez 8 millones de euros por la Ley de Capitalidad, recientemente aprobada en las Cortes, que podrán ser hasta 23 vía convenios, según Rivarés.

Socialistas y CHA han apoyado, una vez más, las cuentas municipales, si bien ambos han resaltado las «enormes» dificultades con las que se inició el proceso, con la aprobación unilateral del proyecto de presupuesto por parte del Gobierno de ZEC, sin negociación previa.

«Parecía que ZEC no quería presupuesto», ha considerado el portavoz de Economía del PSOE, Javier Trivez, quien ha añadido que precisamente por ello tiene todavía «más mérito» que las conversaciones se hayan saldado con éxito.

Sus enmiendas se han centrado en la movilidad, con la apuesta por el vehículo eléctrico por bandera; el ahorro de agua, con la renovación de la red de tuberías; el cuidado y mejora de las zonas verdes y la remodelación de instalaciones deportivas.

800.000 EUROS PARA LA POLÉMICA

Pero fueron 800.000 euros que el PSOE pretendía destinar al Real Zaragoza en concepto de promoción del deporte base los que les separaban de sus socios, que incluso trataron sin éxito de transaccionar dicha enmienda en la Comisión de Economía, lo que no gustó «absolutamente nada» en la filas socialistas.

Desde CHA, su portavoz, Carmelo Asensio, también ha coincidido en que ZEC demostró falta de «madurez política» y de «palabra» por este hecho y que el propio Rivarés ha quedado «muy tocado» frente a algunos de sus compañeros de filas, pero ha instado a centrar el debate en los verdaderos «problemas de la gente».

Así, se ha mostrado satisfecho de que 49 de sus 50 enmiendas hayan salido adelante y ha subrayado que este nuevo pacto «por la izquierda» demuestra que, pese a diferencias «notorias» entre las tres formaciones, el interés de la ciudad está por encima de los intereses partidistas.

EL MANDO A DISTANCIA DE LAMBÁN

La intervención más contundente ha venido de nuevo de la mano del portavoz popular, quien ha asegurado que este presupuesto lo ha activado el presidente autonómico, Javier Lambán, con «mando a distancia«, es una «contraprestación», refleja la «inexistencia de modelo de ciudad» de los tres grupos de la izquierda y es «papel mojado», porque «no se va a ejecutar«.

Ha pedido información sobre el cronograma que solicitaba el PSOE, para ver si al final estos «se van a pagar una ronda de fantas», así como que se diga la verdad sobre la negociación con ZEC sobre la subvención al Real Zaragoza, que asegura que «han votado y han negociado».

Rivarés, quien ha respondido a las múltiples alusiones a las distintas almas que hay en su formación diciendo que en ZEC hay «cientos de almas», tantas como votantes activos, como los que ayer respaldaron estas cuentas en una consulta, ha acusado a Azcón de no decir nada a excepción de «algunas falsedades» y de quedarse «tan solo y escorado a la ultraderecha» porque tiene «tanto miedo» a Ciudadanos que «ni los cita».

LA POLÍTICA DE FASTOS DE ZEC

Por su parte, la portavoz de la formación naranja, Sara Fernández, ha reiterado su rechazo a estos presupuestos porque, a pesar de la salida del plan de ajuste y del plan económico financiero, no se ha avanzado a la hora de recuperar el tiempo perdido.

En este sentido, ha sostenido que entre la «política de fastos» de años anteriores y la de «las pequeñas cosas» de esta legislatura hay una «amplia gama de grises«, y ha criticado especialmente el apartado de inversiones.

No obstante, ha reconocido «altura de miras» en ZEC, PSOE y CHA por apoyar algunas de sus enmiendas, que se traducen en dotaciones económicas para los centros cívicos de Rosales del Canal y Parque Goya, la nueva sede del Distrito Sur o el incremento de las partidas de relaciones internacionales