La Federación Aragonesa de Fútbol ha decidido imponer una sanción histórica y nunca vista en el fútbol regional. El jugador del Casetas que propinó una paliza a dos jugadores del Marianistas, durante el transcurso de un partido, y donde ambos jugadores terminaron en el hospital por la brutal agresión, no tocará el césped de un campo de fútbol hasta dentro de casi tres años.

El Comité de Competición ha impuesto dos años y seis meses de sanción al jugador, en la línea de la dureza que está mostrando la Federación Aragonesa de Fútbol con la violencia en el deporte base. En su resolución, el comité contempla lo siguiente: “Dos años y seis meses de suspensión por agredir a dos jugadores del equipo contrario, a uno de ellos estando en el suelo, llevando a cabo ambas acciones con inequívoco propósito de causar daño, originándoles lesiones que constan en los partes facultativos que figuran en el expediente”. Además, “se ha tenido en cuenta la agravante de reincidencia”, añade la resolución.

El jugador actualmente ya se encuentra fuera del Casetas porque decidió expulsarlo a las pocas horas, después de analizar todo lo acontecido durante el partido. Coincide que el jugador era reincidente y que ya había sido expulsado varias veces en los últimos meses.