No están siendo días sencillos para el actual director deportivo del Real Zaragoza, Miguel Torrecilla, y es que sus últimos movimientos no están sentando nada bien entre la afición del Real Zaragoza.

Publicidad

La salida de Enrique Clemente a la Real Sociedad está generando todo tipo de comentarios en redes sociales en contra del dirigente zaragocista. El conjunto blanquillo ha perdido a uno de los canteranos que más prometían en los últimos años, que fue internacional sub 21 y además ha salido a coste 0.

El cuadro aragonés afirmaba en el comunicado de la salida del central que la operación se cerraba con la renovación por dos temporadas  del jugador, pero no informaba sobre la opción de compra del equipo vasco.

Torrecilla ha dejado salir a uno de los jugadores que menos gasto generaba en la plantilla y ahora deberá firmar otro central que mejore las prestaciones del defensa maño. Un movimiento difícil de entender, sobre todo, por las necesidades que tiene el conjunto blanquillo en otras demarcaciones.

En los próximo días, Torrecilla deberá intentar dar salida a los jugadores con los que no cuenta JIM para poder firmar futbolistas que refuercen al equipo hasta final de temporada. En estos momentos, la llegada de fichajes es prácticamente imposible, ya que el límite salarial está superado.

Otro de los temas que tendrá que abordar Torrecilla en las próximas semanas es si decide finalmente ofrecer la ficha profesional a Francho y a Iván Azón, algo que se les prometió a los canteranos a principio de temporada y todavía no se ha llevado a cabo.

Miguel Montes Torrecilla acaba de cumplir un año al frente de la dirección deportiva del Real Zaragoza, con un pasado mercado de invierno que generó muchas dudas y con un mercado de verano en el que llegaron Borja Sainz, Fran Gámez, Radosav Petrovic, Álvaro Giménez, Lluís López, Nano Mesa y César Yanis.

Son fechas complicadas para el máximo responsable de la confección de la plantilla, que tiene que mejorar un equipo sin capacidad económica de ningún tipo. El club vive los momentos más complicados de su historia reciente, con unos pagos que debe afrontar antes de que finalice enero y con una plantilla que ha rendido por debajo de sus posibilidades y debe ser reforzada si no quiere sufrir hasta el final por la permanencia.