Real Zaragoza y SD Huesca se citaban en el estadio de La Romareda en el primer derbi aragonés de la temporada. Con Jorge Mas en el palco presidencial tras la celebración de la Junta General, ambos equipos buscaban una victoria clave en sus respectivos objetivos de la temporada.

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El equipo de Escribá salía con un once formado por Rebollo, Gámez, Francés, Jair, Fuentes, Zapater, Francho, Bermejo, Vada, Mollejo y Simeone, mientras que Ziganda alineaba a Andrés Fernández, Ratiu, Pulido, Rubén, Florian, Kento, Timor, Gerard Valentín, Vilarrasa, Escriche y Carrillo. El encuentro comenzó de la mejor forma posible, con un gol de Francho Serrano en el minuto 3 de partido, tras aprovechar un rechace que se quedó al borde del área. El Huesca intentaba llegar a la meta defendida por Rebollo, pero el equipo maño defendía sin problemas los acercamientos oscenses. Una falta escorada fue lo más peligroso del Huesca en los primeros 10 minutos de partido.

Gabi Fuentes y Mollejo llevaron perfectamente una contra que pudo ser el segundo, pero el pase del extremo se marchó a córner. En la jugada posterior, un pase de Zapater dentro del área lo aprovechó Simeone para hacer el segundo y dejar una ventaja importante en el marcador. Los nervios estaban a flor de piel en el partido y en el 16’, se produjo una tangana dentro del área zaragocista que se saldó con una amarilla para Jair y Carrillo.


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A falta de un cuarto de hora para el descanso, Escriche remató dentro del área y estuvo cerca de hacer el 2-1 en el marcador. Con dos buenas acciones de Rebollo se llegaba al tiempo de descanso, con victoria momentánea para el Real Zaragoza por 2-0.

La segunda parte comenzó sin cambios en ninguno de los dos equipos y con el Huesca buscando el empate. Ziganda daba entrada a Joaquín Muñoz y Cristian Salvador en sustitución de Timor y Vilarrasa en el minuto 55. Una de las notas curiosas del partido llegó en el 59’, cuando los médicos del Real Zaragoza tuvieron que atender al colegiado Arcediano Monescillo por unas molestias en la pierda derecha. El trencilla del partido no pudo continuar y su puesto lo ocupaba el cuarto árbitro, Pérez Peraza.


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Un centro de Gabi Fuentes obligó a intervenir a Andrés Fernández, en una de las pocas aproximaciones del conjunto de Escribá en la segunda parte. Simeone tuvo que abandonar por lesión el terreno de juego a falta de un cuarto de hora, ocupando su lugar el canterano Puche. Ziganda también movía el banquillo y metía al terreno de juego a Juan Villar y Soko por Escriche y Gerard Valentín. El Real Zaragoza aguantaba sin problemas su ventaja y el Huesca lo intentaba con centros laterales.

También Grau entraba al partido sustituyendo a Sergio Bermejo, que volvió a rendir a un gran nivel. El colegiado pitaba mano de Juan Villar dentro del área, consultado con el VAR. Vada transformaba el penalti, poniendo el 3-0 en el marcador. 

El electrónico ya no se movería y el Real Zaragoza se llevaba tres puntos vitales para alejarse del descenso. Tras este partido, ambos equipos jugarán el próximo fin de semana la última jornada antes del parón navideño.