El cambio de propiedad en el Real Zaragoza parecía haberse diluido en las últimas semanas tras no lograr cerrar un acuerdo económico entre los accionistas mayoritarios y la sociedad Spain Football Capital. Con todo acordado y a falta de la llegada de fondos, al Real Zaragoza se le agotó la paciencia y puso contra las cuerdas a los que hasta ese momento habían sido los posibles compradores del club.

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Spain Football Capital emitía un comunicado en el que confirmaba una nueva oferta de compra, pero esta vez se hablaba únicamente del accionista mayoritario. “Os informamos que la próxima semana haremos una propuesta de compra en firme al accionista mayoritario para la adquisición de su paquete accionarial, que podrá ser suscrito dentro de las 24 horas siguientes, mediante el pago de la totalidad del precio”.

Una semana de plazo, que finalizó este pasado domingo con la llegada in extremis de una oferta de compra al accionista mayoritario. La llegada de Kiko Domínguez y Carlos Álvarez del Campo, a través de su sociedad Spain Football Capital, parece cada vez más lejana, a pesar de esa oferta por las acciones de César Alierta. Hay que tener en cuenta que tanto César Alierta como su sobrino, Fernando Sainz de Varanda, cuentan con el 51% de las acciones del club.

La idea de los accionistas mayoritarios ha sido siempre la de vender todos juntos, aunque esta situación podría haber cambiado en los últimos meses. El objetivo de Spain Football Capital también parece ser diferente, ya que ahora mismo tan sólo han hecho oferta por las acciones de la familia Alierta.

La confianza entre comprador y vendedor se perdió hace tiempo, con la falta de acuerdo tras tener todo más que cerrado y confirmado. No ha gustado en algunos accionistas las formas de proceder de Spain Football Capital, que genera muchas dudas también entre los aficionados zaragocistas.  La oferta será estudiada por la familia Alierta, que lleva tiempo valorando diferentes opciones para salir del club. Con un mercado de fichajes muy complicado debido a la incertidumbre por el futuro del club, Miguel Torrecilla no pudo atar a ninguna de sus primeras opciones para reforzar al equipo.

La tardanza de Spain Football Capital encendió todas las alarmas en el seno de la entidad zaragozana. El club puso en marcha hace meses su “plan B”, el de conseguir financiación a través de aportaciones externas. “Este Consejo de Administración, dentro de sus responsabilidades, tiene abierto a través del despacho de abogados de Cuatrecasas un proceso ordenado de entrada de capital, para estudiar y valorar todas las propuestas que se reciben. Como es nuestra obligación, seguimos trabajando en encontrar la mejor solución para asegurar el futuro del Real Zaragoza”.


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De momento, no está previsto ni que entren nuevos accionistas, ni tampoco recibir nuevas ofertas interesantes para todas las partes por la compra del paquete accionarial mayoritario. La situación económica del club, sumado a una nueva temporada en la Liga Smartbank, hacen que en estos momentos sea muy complicado un cambio de manos. Ahora mismo, la única garantía para que el club sea viable sigue siendo el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.