Muchos aficionados se preguntaron por qué no se rindió homenaje en los prolegómenos del partido al abonado más antiguo del Real Zaragoza, Emilio Moliner, que falleció este pasado jueves. No se tenía el permiso de la RFEF.

Tanto en el acta del partido, como en las observaciones previas al choque, no se tenía constancia de que se tuviera que realizar.

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Aún así, el Real Zaragoza sí que intentó que se guardará un minuto de silencio antes de comenzar el choque por el fallecimiento del socio más antiguo de la entidad blanquilla.

Instantes antes de comenzar el partido, los jugadores se colocaron alrededor del circulo central, pero el colegiado canario Pulido Santana no dejó que se llevara a cabo.

Un árbitro no puede decidir si se produce o no un minuto de silencio, sino que es la propia RFEF la que comunica al colegiado si existe o no ese acto de respeto. El árbitro debe cumplir con la norma existente.


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El club debe proponer a La Liga ese minuto de silencio y es la RFEF la que lo autoriza o no. Existen unos plazos que se deben cumplir, algo que parece poco probable en este caso, ya que el fallecimiento se produjo horas antes del inicio del partido, por lo que no hubo tiempo de notificarlo al colegiado.

Este próximo domingo, frente al Almería, el club dispone de tiempo suficiente para poder organizar el acto de homenaje a su abonado número 1.

HOMENAJE A LA AFICIÓN

El club sí que tenía previsto días atrás un gesto con la afición zaragocista, que no puede acudir este año al estadio. Cada jugador portó una imagen con las gradas de La Romareda llenas. Los jugadores posaron bajo el lema: aunque esté vacía ¡La Romareda siempre llena!