El Real Zaragoza se enfrenta este miércoles al Racing de Santander en el estadio de El Sardinero, en otra oportunidad de comenzar una buena dinámica de resultados para avanzar puestos en la tabla y dejar atrás la zona de descenso.

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Una derrota en Santander podría suponer caer a la zona roja de la Liga Smartbank y es que el rival, el Racing, ocupa ahora mismo el último puesto del descenso con 8 puntos, 2 menos que el equipo de Carcedo.

El partido también es vital para Carcedo, que se jugará el puesto en este mes de octubre con los 4 partidos que tiene por delante. Racing, Villarreal B, Granada y Tenerife pueden marcar el futuro del entrenador riojano, que no está pasando por un buen momento. El conjunto blanquillo llega al choque tras empatar frente al Real Oviedo en el estadio de La Romareda, dejando muchas dudas con su juego.


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Juan Carlos Carcedo pasaba esta misma mañana por sala de prensa para analizar cómo llega su equipo al partido en tierras cántabras. “No vamos a tener mucho tiempo para preparar el encuentro, pero los jugadores están motivados para hacer un buen partido en Santander. Estamos mentalizados para ir allí con muchas ganas, ambición y humildad, pero para conseguir los tres puntos”.

El técnico también confirmaba que tiene la confianza de Miguel Torrecilla y Raúl Sanllehí. “Hablamos permanentemente, no es una semana diferente y estamos en confianza. Comemos con Torrecilla y con Raúl tenemos una muy buena relación diaria. La confianza de ellos es total y siempre hablamos de todos los temas”.


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La Romareda mostró su malestar con el técnico riojano en el choque contra el Real Oviedo y Carcedo reconocía entender la situación. “Nosotros entendemos a la gente y su decepción. Somos los primeros que queríamos conseguir los 3 puntos. Como profesionales nos centramos en estar fuertes, seguir nuestra metodología y los jugadores siguen creyendo en nosotros. Una victoria cambia la perspectiva de todo y el ambiente”.

El partido dará comienzo este miércoles a las 21h en el estadio de El Sardinero de Santander, con arbitraje de Mateo Busquets Ferrer, del comité balear.