Los nueve empates consecutivos del Real Zaragoza han hecho que el conjunto blanquillo vuelva a ocupar puesto de descenso, una situación cada vez más repetida en las últimas campañas en la Liga Smartbank del conjunto aragonés. El publico de La Romareda también ha dicho “basta” y ha señalado directamente a la actual propiedad.

Publicidad

“Directiva dimisión” se escuchó varias veces al unísono al terminar el encuentro contra el Mirandés, en el que el Real Zaragoza se dejó empatar en el minuto 95. La afición sigue cansada de una propiedad instalada en la mediocridad.

El Real Zaragoza va camino del descenso, un año más, tras un verano marcado por la fallida venta del club, en el que Torrecilla llegó tarde a todas las operaciones, excusándose en la situación extraordinaria que vivía la entidad en los meses de julio y agosto.

El extraño proceso de venta o el constante cierre de puertas a Ander Herrera ha terminado con la paciencia de la afición del Real Zaragoza, el único activo con el que cuenta el club. La masa social sigue siendo muy crítica con la actual propiedad, que parece que no tiene ningún interés en buscar un cambio de rumbo total.

JIM sigue sin ser el problema, aunque el técnico tampoco encuentra la solución. El Real Zaragoza comenzó la temporada siendo uno de los equipos que mejor fútbol practicaba, pero ahora mismo ni consigue buenos resultados ni juega bien la fútbol. Los 9 empates consecutivos ya son récord nacional y el equipo está a tan sólo dos encuentros de batir un récord mundial, el que ostenta el Racing de Avellaneda. Para esto ha quedado el Real Zaragoza, para batir absurdos récords nada positivos.

El equipo va de más a menos, aunque nadie se atreve a culpar al técnico alicantino de la situación del equipo en la tabla. No está fino JIM con las alineaciones ni los cambios, pero sigue siendo la persona que más rendimiento le está sacando a una de las peores plantillas que ha tenido el equipo blanquillo en los últimos años.

Los próximos partidos pueden dejar al Zaragoza muy tocado en la tabla o comenzar una reacción que ya está tardando mucho en llegar. El calendario cada vez es más complicado y las soluciones a los males de la plantilla tampoco parece que se puedan solucionar en el mercado de invierno. Este jueves el equipo aragonés visita Burgos, en otra oportunidad de cortar la pésima racha de resultados.