Uno de los jugadores más destacados de la pasada temporada en el Real Zaragoza, Juanjo Narváez, podría salir en las próximas semanas del conjunto blanquillo. A pesar del momento que vive el equipo aragonés (en pleno proceso de cambio accionarial), la economía manda y conseguir ingresos mediante algún traspaso es algo a lo que no se podría negar el club zaragozano.

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Narváez tiene contrato hasta el año 2023, con una cláusula de rescisión de 8 millones de euros en  segunda división, que aumenta hasta los 20 si el equipo es capaz de lograr el ascenso de categoría. Además, el 20% de los derechos federativos del colombiano siguen perteneciendo al Betis, por lo que una parte de la venta correspondería al conjunto hispalense.

De momento, nadie se ha dirigido al Real Zaragoza formalmente presentado una oferta. El Elche o el Espanyol no han pasado por alto la temporada del atacante y podrían presentar en cualquier momento una propuesta de compra por el jugador.

Perder a Narváez sería un duro contratiempo, aunque en el seno del equipo aragonés se valora positivamente la salida del delantero antes que la de uno de los jugadores de la cantera que han destacado esta pasada campaña, como Francho o Francés. Tampoco se conocen los planes de Spain Football Capital en cuanto a posibles traspasos, aunque todo hace indicar que si el proyecto es mínimamente ambicioso, el club debería mantener a sus mejores futbolistas.

El mercado de fichajes nacional e internacional se está movimiento bastante poco, en gran parte, por la disputa de la Eurocopa. Todo hace indicar que no habrá grandes desembolsos de dinero, por lo que las ofertas que puedan llegar por el jugador del Real Zaragoza no superarán los 3/3,5 millones de euros.

El futbolista se encuentra a gusto en Zaragoza y no ha pedido salir a Miguel Torrecilla, pero no vería con malos ojos salir traspasado para poder jugar en la máxima categoría del fútbol español.

Tan sólo el Almería y los recién descendidos de primera división tienen una posición de fuerza respecto a la venta de sus mejores jugadores, mientras que el resto de los equipos que forman parte de la Liga Smartbank deberán vender futbolistas para cuadrar sus balances y optar a un pequeño balón de oxigeno en sus maltrechas economías.