Juan Carlos Carcedo llegaba al choque de esta tarde frente al Villarreal B con su puesto en juego debido a la gran crisis de resultados que vive el Real Zaragoza tras las últimas jornadas. El equipo recibía al filial del Villarreal, un equipo de media tabla, que llegaba a La Romareda con el objetivo de sorprender al equipo maño.

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Con la importante baja de Giuliano Simeone, el técnico riojano alineaba de inicio a Cristian Álvarez, Gámez, Francés, Lluis López, Gabi Fuentes, Jaume Grau, Manu Molina, Vada, Bermejo, Puche y Gueye. Un once con varias novedades, entre las que destacaba la presencia de Gueye como titular y la ausencia de Iván Azón. El partido comenzó con varias aproximaciones del Real Zaragoza, que salió con la intención de ir a por el partido desde el principio.


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La más clara llegaba en el 9’ de partido, tras un córner que Puche estuvo cerca de rematar a puerta, pero Jörgensen atrapaba el balón sin problemas. El partido transcurría sin ocasiones y con el Villarreal B esperando atrás e intentando sorprender con alguna contra peligrosa. Lluis López veía la primera amarilla del partido tras una dura falta en el centro del campo. El filial castellonense pudo hacer el primer con un disparo de Carlo Adriano, que se marchó desviado, en un tramo del partido en el que apenas pasaba nada.

Una buena acción individual de Puche volvió a generar peligro en el ataque zaragocista, con un tímido remate de Gueye que paró fácil el guardameta del conjunto rival. Otra vez Puche pudo hacer el tanto inaugural, pero no logró conectar bien un buen pase de Fuentes. En el 35’, el colegiado anulaba un tanto de Gueye debido a que el centro de Puche había salido por línea de fondo. Un minuto después, Vada también estuvo a punto de marcar el 1-0 con un gran disparo de fuera del área.


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Los de Carcedo vivían el mejor momento del partido con muchas ocasiones consecutivas y sin sufrir absolutamente nada en defensa. Gueye la tuvo en el 44’, con un precioso remate de cabeza que se estrelló en el palo. En la siguiente jugada, Jaume Grau puso el 1-0, tras rematar un centro al área, con una de las imágenes del partido con todo el equipo abrazándose con Carcedo. El choque llegaba al tiempo de descanso con la ventaja momentánea del equipo maño.

La segunda parte comenzó sin cambios en el Real Zaragoza y con el claro objetivo de aumentar la ventaja para asegurar los 3 puntos. En el 52’, Vada veía la segunda amarilla del Real Zaragoza por una falta en el centro del campo. El equipo de Carcedo seguía siendo superior al Villarreal B y continuaba generando peligro, con varias llegadas peligrosas como una de Bermejo que remató de cabeza pero Jörgensen detenía sin problemas.

En el 60’, apareció Critstian con una doble intervención de mucho mérito para negar el gol al equipo castellonense. Carcedo daba entrada a Iván Azón y Larra por Gueye y Vada. Cordero Vega amonestó a Puche en el 62’, en la que era la tercer amarilla para el equipo zaragocista. Azón fallaba otra gran llegada, tras un buen centro de Larra.

En el 73’, Tasende hacía un golazo para poner el 1-1 en el marcador tras un centro al segundo palo. Mollejo sustituía a Puche a falta de 15 minutos para el final, con la única idea de ir a por el partido. Estuvo cerca el Villarreal de poner el 1-2, cuando Carcedo daba entrada a Zapater y Luna por Grau y Gámez. El partido llegaba al 90’, entre cánticos de la afición pidiendo la salida de Torrecilla y Carcedo. En el 92’, el fútbol quiso que el capitán Zapater pusiera el 2-1 y dejaba la victoria en bandeja a los zaragocistas. La mala noticia fue la lesión de Azón, que no podía continuar y abandonaba con molestias el partido.

El marcador ya no se movería y el conjunto maño volvía a ganar, rompiendo su mala dinámica de resultados. Tras este partido, el Real Zaragoza tendrá dos salidas consecutivas, frente a Granada y Tenerife, en una parte del calendario que se complica debido a la entidad de los rivales.