Sin tiempo para descansar, la SD Huesca afrontaba un nuevo encuentro liguero, esta vez frente a la Ponferradina en el estadio del Toralín. El equipo de Xisco Muñoz necesitaba ganar para poder acercarse a los puestos de playoff, tras un último empate insuficiente frente al Amorebieta.

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El técnico balear del Huesca alineaba de inicio a Andrés Fernández, Buffarini, Cristian Salvador, Pulido, Florian Miguel, Andrei Ratiu, Seoane, Mosquera, Marc Mateu, Nwakali e Isidro Pitta. El encuentro comenzó muy igualado y sin ninguna ocasión ni acercamiento para ninguno de los dos equipos.

La ocasión más clara llegaba en el minuto 13, cuando Sergi Enrich pudo hacer el primero, pero Andrés estuvo atento para parar el balón. Al conjunto oscense le costaba entrar en el partido y era el equipo de Bolo el que llevaba el control del choque.

El equipo de Xisco comenzó a tener más el balón a partir del 18’, momento en el que Nwakali probó fortuna desde larga distancia. El primer tiempo terminaba sin apenas ocasiones y con muy pocas llegadas. Ambos equipos crearon muy poco peligro y el encuentro llegaba al tiempo de descanso con un justo 0-0.

La segunda parte comenzó sin cambios en el equipo altoaragonés. Ratiu veía amarilla en el 54, tras una falta sobre Saverio. Además, Xisco movía el banquillo dando entrada a Escriche, Mikel Rico y Ferreiro por Nwakali, Pitta y Ratiu. El choque siguió la misma dinámica que en la primera parte, con pocas ocasiones y un juego poco vistoso por parte de ambas escuadras.

Las malas noticias llegaban en el 67’, cuando una acción de Marc Mateu fue sancionada con tarjeta roja. En el 76’, Yuri pudo adelantar a la Ponferradina con un remate de cabeza que se fue alto. En el 81’, Mikel Rico salvaba en la línea un gol cantado de la Ponfe, que no paraba de atacar buscando el tanto de la victoria. Tanto lo buscó la Ponferradina, que Edu Espiau marcaba el 1-0 en el 84, dejando al Huesca muy tocado. El propio Edu Espiau tuvo el 2-0 en sus botas, pero Andrés hacía una gran parada para evitar la sentencia de la Ponferradina.

El colegiado pitaba penalti a favor del Huesca en el 95’, tras una patada de Paris Adot a Mikel Rico. Seoane no fallaba y empataba el partido, salvando un punto para su equipo. El marcador ya no se movería con el empate a 1 definitivo. Tras este encuentro, el conjunto azulgrana jugará el viernes frente al Leganés, de nuevo en el estadio del Alcoraz.