La jugada más desafortunada del choque entre el Mirandés y el Real Zaragoza la protagonizó ayer Valentín Vada. El jugador argentino vio la tarjeta roja en el minuto 38, tras una patada sin balón a un futbolista del equipo rival.

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El futbolista pidió perdón tras el partido en sus redes sociales. “Quiero pedir disculpas públicamente a mis compañeros, al cuerpo técnico y al jugador del Mirandés por la reacción que tuve hoy en el partido. Me siento un traidor por haber dejado a mis compañeros con uno menos y haber perjudicado el partido”.

El argentino también explicaba que nunca se suele comportar de ese modo. “Fue inconscientemente y estoy muy arrepentido porque no soy una persona así. Espero que no vuelva a pasar. Lamentablemente no están siendo los mejores días”.

Por último, Vada también quiso mandar un mensaje de arrepentimiento a la afición zaragocista que se desplazó a Anduva. “Y a los aficionados presentes que hicieron el desplazamiento también pedirles perdón. Espero poder aprender y salir adelante”.

Además, JIM reconocía en rueda de prensa que ese tipo de actitud no se puede permitir. “La acción de la expulsión en fútbol profesional no se pueden permitir, no se trata de pedir perdón después. Eso hace daño al equipo y el partido cambia por completo”.

En los próximos días se publicará la sanción que debe cumplir el futbolista del Real Zaragoza, que podría estar fuera de los terrenos de juego más de un partido. El conjunto aragonés volverá a jugar este mismo jueves, en el partido de Copa del Rey frente al Sevilla en La Romareda.