Una inversión de 1.200 millones de euros y la creación de 7.500 puestos de trabajo en cinco años. Estas cifras mareantes son a las que aspira Aragón con su plan de vivienda y rehabilitación, uno de los de mayor incidencia económica tras la pandemia, según el presidente Lambán.

La rehabilitación de viviendas y la regeneración de la malla urbana tanto en ciudades como en el medio rural es una prioridad europea que va a tener profundas implicaciones en el día a día de los aragoneses. Tal como ha avanzado el presidente autonómico, desde el ejecutivo se canalizan proyectos públicos y privados marcados por la sostenibilidad, la eficiencia energética y la rentabilidad social, con la previsión de poder invertir en programas de rehabilitación en más de 30.000 viviendas y la promoción de 500 nuevas viviendas de alquiler.

En concreto, la parte pública cuenta con proyectos por 550 millones de euros y contempla la rehabilitación de viviendas privadas a través de subvenciones, movilizando unos 280 millones en aportaciones privadas. A través de las entidades locales, los proyectos presentados ascienden a 40 millones de euros para rehabilitación de viviendas municipales existentes, de edificios singulares (casas de maestros, estaciones de tren, casas cuartel, etc.) y regeneración urbana de zonas y barrios degradados.

Por su parte, la iniciativa privada ha presentado proyectos que requieren 570 millones de euros, tanto los relacionados con sistemas eficiencia energética, como de fabricación de materiales dirigidos a ese mismo fin.

DUPLICAR EL RITMO DE RENOVACIÓN DE EDIFICIOS

Los objetivos de este plan de vivienda y rehabilitación contribuirá, por un lado, a duplicar el ritmo de renovación de edificios, asegurando la máxima ambición en el ámbito de la energía y la sostenibilidad y favorecerá actuaciones integrales en barrios para la accesibilidad y digitalización de los edificios. Además, fomentará la construcción de vivienda en alquiler social con estándares de la máxima calidad y eficiencia, apuntan desde el Ejecutivo.

El foro celebrado este lunes trata de ser, según el presidente Lambán, el germen de un equipo multidisciplinar que permita ir diseñando las actuaciones en esta materia en los próximos tres años, donde la colaboración pública privada es imprescindible.

La tarea puede llegar a tener tanto impacto que requerirá más empleo del que actualmente está disponible, aseguran desde el Gobierno aragonés, especialemente en aquellos gremios relacionados con la vivienda y la rehabilitación que hará preciso coordinar políticas públicas de los diferentes departamentos para no solaparse y amplificar su capacidad. En este sentido, Lambán ha apuntado la necesidad de formar a miles de trabajadores y ha recordado que el Inaem está destinando más de 20 millones de euros a la creación de escuelas taller y talleres de empleo.