A la caza de millennials. El turismo de aventura favorito por los más jóvenes es un nicho de mercado que ha ido creciendo en los últimos años y Aragón se encuentra en una posición privilegiada. Se trata de la comunidad española con más empresas de este tipo -más de medio millar-, sólo por detrás de Andalucía, según el último informe de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA).

El turismo de aventuras ha experimentado una pronta recuperación tras la pandemia, con la creación de nuevas empresas que ofrecen a los turistas experiencias únicas y llenas de emociones fuertes, y Aragón quiere aprovechar el tirón.

Entre la gran variedad de actividades que se pueden llevar a cabo en la región, las tirolinas, el puenting o el descenso de barrancos son algunas de las más buscadas. Cuando se practican, el cuerpo humano libera adrenalina, una hormona que reporta importantes beneficios para la salud: mejora la autoestima y el estado de ánimo, favorece la concentración, aumenta nuestra fuerza e incrementa la segregación de dopamina y serotonina, también llamadas hormonas de la felicidad.

De acuerdo con la Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Activo (TDAragón), el turismo extremo es el favorito de quienes se sitúan en la franja de edad de entre los 15 y los 35 años.  “Los millennials lideran la demanda del turismo activo y de aventura», apunta Chus Montañés, secretaria de TDAragón. Buscan emociones fuertes en contacto con la naturaleza y, sobre todo, «experiencias únicas y paisajes espectaculares que se queden grabadas en sus retinas”, añade.

LA TIRIOLINA DOBLE MÁS LARGA DE EUROPA

De unos años a esta parte, han proliferado en varios puntos de España los parques de aventuras y las tirolinas, adquiriendo un mayor protagonismo aquellas que baten uno o varios récords, como es el caso de la de Fuentespalda (Teruel), la tirolina doble más larga de Europa.

Aunque si hablamos de experiencias en el aire, el puenting se lleva la palma en lo que a emociones fuertes se refiere. Se trata de la mejor manera de descargar adrenalina de forma segura y que, además, genera cierta adicción. “Asomarte, cruzar el puente, sentir que todo tu cuerpo tiembla de emoción, saltar y sonreír, hacen que esta actividad sea corta pero intensa. Siempre se quiere repetir”, apunta Montañés.

Los adeptos más jóvenes del turismo activo también se decantan por el barranquismo, una actividad muy personalizable que admite distintos niveles de dificultad: desde los recorridos sencillos para el disfrute de las familias hasta los más técnicos y exigentes. Pero si algo tienen en común todos ellos es que permiten descubrir jugando el camino natural del río en una montaña, saltando, rapelando o atravesando sus sifones.

A la hora de elegir, desde TDAragón recomiendan optar por empresas certificadas y guías expertos que puedan ofrecer la mayor seguridad posible. Para ello, la asociación Aragón desarrolló junto al Gobierno de Aragón el certificado ‘Aventura Segura’ que poseen muchas de las compañías adheridas a TDAragón.