En una economía basada en un mercado global interconexionado en el que el aleteo de una mariposa puede desatar tormentas, no digamos una guerra en plena Europa. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ya está dejando sus primeras consecuencias en Aragón, una comunidad caracterizada por un nivel de exportaciones superior a la media española y con un potente sector industrial.

Y los empresarios aragoneses no han tardado en mostrar su preocupación. CEOE Aragón, que ha rechazado la invasión comandada por Vladimir Putin al suponer una «grave violación» del derecho internacional, ha remarcado la «enorme incertidumbre» que provoca el conflicto bélico para la economía tanto nacional como de la Comunidad.

El problema no está tanto en las relaciones de comercio exterior de Aragón con Rusia y Ucrania que, como han indicado desde la patronal, «son limitadas». A cierre de 2021, Rusia supone el 0,87% de las exportaciones totales desde la Comunidad, sumando un total de 127,5 millones de euros, y el 0,19% de las importaciones (23,6 millones).

Por su parte, Ucrania representa el 0,25% de las exportaciones  (35,5% millones de euros) y el 0,11% de las importaciones (13,4 millones). Los principales sectores de exportación son confección femenina, electrodomésticos de marca blanca, farmaquímica, automóviles y protección de cultivos.

Donde existen mayores riesgos es en las posibles compras y ventas agrupadas desde o hacia terceros países, cuyo proveedor radique su producción en esos países.

Como explican desde CEOE Aragón, también puede haber afecciones en los mercados mundiales de algunas materias primas (cereal desde Ucrania) o tierras raras (desde Rusia), con elevación de precios, al menos a corto plazo. Debe tenerse en cuenta, as mismo, que Rusia es un gran proveedor de gas y petróleo a Europa, cuestión sobre la que está por ver cómo inciden las previsibles sanciones internacionales a Rusia, al igual que en aspectos financieros y de circulación de personas.

PAGOS NO GARANTIZADOS

La reciente decisión de bloquear a determinados bancos rusos del sistema Swift de intercambio de información bancaria, supone que las compañías aragonesas que lleguen a acuerdos comerciales con empresas rusas, pueden no tener garantizado el cobro.

De ahí que ya hayan trascendido un buen número de compañías de la Comunidad que han suspendido los envíos ante el temor de impago. Es el caso de compañías industriales, relacionadas con sectores como el del automóvil. En algunos casos, las relaciones comerciales con el país euroasiático superan los millones de euros.

En el sector empresarial aragonés, otra de las grandes preocupaciones, afectada indirectamente por el conflicto bélico, es el previsible encarecimiento de la energía. Ésta, que a lo largo de 2021 ya se sitó en máximos históricos, va a encarecerse todavía más con total seguridad, no sólo el gas, sino también la electricidad y el petróleo.