Con una hostelería en horas críticas que ha recibido, además, el mazazo de las restricciones de Semana Santa, y un sector turístico que está perdiendo en estas fechas uno de los puntos fuertes del año, acaba de ser anunciado un nuevo plan de ayudas para ambos sectores, el tercero que se aprueba, por parte de las administraciones aragonesas.


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Son un total de 50 millones de euros es lo que tendrán a su disposición casi 12.000 establecimientos aragoneses, de los que el Gobierno de Aragón aporta 30 millones de euros (60% del total), las diputaciones provinciales, 10 millones de euros (20% del total) y los ayuntamientos, 10 millones de euros (20% del total los municipios que se adhieran al acuerdo).

La cuantía mínima estipulada será de 3.000 euros por negocio, frente a los 200.000 euros de máxima, y tras la aprobación por parte del Consejo de Gobierno y la publicación de la correspondiente orden, se creará un portal electrónico para agilizar los trámites.

Podrán optar a estas ayudas hoteles y alojamientos similares, cámpines y aparcamientos para caravanas, otros alojamientos, restaurantes y puestos de comidas, provisión de comidas preparadas para eventos, otros servicios de comidas, establecimientos de bebidas, bares, tabernas, pubs, ocio nocturno, actividades de las agencias de viajes, termales y balnearios, empresas de turismo activo inscritas como tales en el registro aragonés, discotecas que cuenten con licencia de actividad como tales y empresas de ocio infantil con licencia de actividad de parque infantil.

Para la base del cálculo de las ayudas, las pérdidas se demostrarán teniendo en cuenta la reducción del volumen de operaciones declarado por los beneficiarios del IVA del 2020, en comparación con el mismo indicador declarado en 2019.


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Como ha calculado Lambán, las ayudas podrían llegar a entre 11.000 o 12.000 susceptibles beneficiarios, aunque no se ha aventurado a poner una fecha para que comiencen a recibirlas, si bien la intención será que lleguen de forma «muy razonablemente rápida».

En cuanto al papel de los 731 municipios en estas subvenciones, Lambán ha reconocido que llegar a un acuerdo individual con cada uno de ellos hubiera sido «materialmente imposible», por lo que han recurrido a la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMP) para alcanzar el pacto que posteriormente cada consistorio podrá elegir si secundar o no.

Lambán ha manifestado su confianza en que todos los ayuntamientos se van a sentir concernidos por ayudar al sector, y ha matizado que «es momento de olvidarse de intereses partidarios, dejarlos atrás, y unirnos».

En este sentido, el presidente de la FAMCP ha aplaudido la unión de este «pacto a la aragonesa» y ha considerado que poner los recursos municipales al apoyo del sector «es un deber», ya que son fundamentales en los pueblos y comarcas, ayudando a fijar población.

También el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Ricardo Mur, en Aragón ha insistido en que este acuerdo refleja el «carácter pactista aragonés», que se ha traducido en «uno de los mejores planes de ayudas al sector de la hostelería, tanto en su importe como en sus condiciones».

En palabras de Mur, este plan que «coloca a Aragón en el top de las ayudas de la hostería y el turismo» es solo un «halo de esperanza» para un castigado sector que representa el 11 % del PIB aragonés, con 12.000 establecimientos y 40.000 empleos.

«Pero la mejor ayuda que se nos puede dar es seguir abiertos», ha apostillado, insistiendo en compatibilizar esta actividad, con prudencia y responsabilidad, con la gestión sanitaria de la pandemia.


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Desde la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón (CETHA), su presidente Luis Vaquer ha recordado que este sector ha sido uno de los principales damnificados por las consecuencias económicas de la pandemia, lo que ha obligado a que todavía un 67 % del personal esté en ERTE.