Bantierra, la primera cooperativa de crédito aragonesa, obtuvo en el primer semestre del año un beneficio de 7,3 millones de euros, el 80 por ciento del conseguido en todo 2017, y espera cerrar este ejercicio con alrededor de 11 millones.

La puesta en marcha del plan de especialización de oficinas, el incremento en la cartera crediticia y de las operaciones financieras, junto a las menores necesidades de saneamientos por la reducción de la morosidad, son algunos de los motivos que justifican este crecimiento en los beneficios.


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Según ha indicado hoy director general de Bantierra, Luis Ignacio Lucas, este beneficio representa un incremento muy significativo respecto al logrado en el mismo periodo de 2017, que se cifró en unos 2,5 millones, pero los resultados no se pueden comparar porque entonces estuvieron marcados por la salida de «activos tóxicos» inmobiliarios, un sector en el que la entidad descarta entrar por ahora, y la venta de la red de Caja de Abogados.

Para Lucas, se trata de unos resultados con los que la entidad está satisfecha, porque evidencian que ha conseguido «capear» la continua transformación del sector y adaptarse a la evolución del mercado, condicionado por unos tipos de interés «por los suelos».

«Se nota un dinamismo de las oficinas y de los equipos comerciales«, ha asegurado Lucas, quien ha resaltado la positiva evolución de los créditos a empresas y particulares, en un 20,39 % o de un 20,56 a empresas.

Según Lucas, estas cifras son fruto de una estrategia de especialización de oficinas iniciada el año pasado y centradas en el ámbito empresarial, las mixtas y en el ámbito rural, y en concreto agrario, un nicho en el que la entidad es líder en Aragón en la cuota de domiciliación de ayudas de la PAC, con un 31 % de solicitudes de las tres provincias aún habiendose reducido en 2.150 el número de declaraciones.

REDUCCIÓN DE COSTES

Además, ha señalado que la entidad ha reducido los costes en torno a un 5 por ciento en el semestre -alrededor de un millón de euros-, con medidas como la reducción de la comunicación con papel con los clientes para pasar a una información digitalizada, una vía que está utilizando un 17 % más de clientes de Bantierra.

La digitalización abarca además un proyecto de las cajas rurales que podrá en marcha Bantierra de forma piloto, antes de que acabe el año, para que quien quiera pueda hacerse cliente de la entidad a través de una videoconferencia.

Según Lucas, la reducción de costes no ha supuesto prescindir de personal a pesar de que se han cerrado algunas oficinas, ya que las sucursales se han especializado y ampliado con más empleados.

Por otra parte, preguntado por un impuesto a la banca que contribuya a sostener el sistema públicos de pensiones, no ha considerado correcto cargar sobre las entidades financieras una tasa «con la excusa de que se le ha ayudado» y que «busca parchear» cuando hay otras alternativas.

Según los datos aportados por la entidad, la morosidad se situó en junio en el 6,8 %, medio punto por debajo de 2017 y en la media del sector, mejorando la tasa de cobertura hasta el 61 %, y la solvencia, en el 13,6 % en el capital de nivel 1, un 0,7 % por encima del cierre del ejercicio anterior.

La entidad aragonesa, que incorporó 1.400 nuevos socios en este primer semestre, logró además un crecimiento en fondos de inversión superior al 6 %, lo que eleva a casi 1.265 millones el total de los fondos gestionados desde Bantierra.