La planta de la empresa Becton Dickinson en el municipio oscense de Fraga ha duplicado la producción de una jeringa especialmente apropiada para vacunar de la COVID-19 en los primeros meses en que esté disponible ya que está diseñada para realizar campañas de vacunación masiva cuando no se dispone de unidosis.


Publicidad


Así lo ha explicado la directora general para España y Portugal de BD, Lourdes López, quien ha precisado que cualquier jeringa sirve para la vacunación de la COVID-19, pero este modelo «está especialmente diseñado» para el formato en el que se van a proporcionar en un primer momento, que es el de viales para diez personas, según le ha comunicado la industria farmacéutica a esta compañía, ha detallado la responsable de BD.

En concreto, ha dicho que este tipo de jeringa, que fabrica en exclusiva la planta de BD en Fraga, posee una pieza que entra dentro del émbolo de la misma haciendo que el cien por cien de la cantidad de la dosis se suministre al paciente, mientras que el resto de modelos «siempre quede una cantidad de la dosis en el cono que va conectado a la aguja» que «se pierde».

Lourdes López ha contado que la compañía fabrica este tipo de producto desde hace más de diez años y se diseñó para favorecer campañas de vacunación masiva de entidades como UNICEF.

Ha precisado que para suministrar las vacunas en unidosis se requiere de una preparación y calibrado específico, algo que «no va a dar tiempo a hacer al principio» con las vacunas de la COVID-19 y por eso esta jeringa es tan apropiada y ya ha sido solicitada por varios países, lo que ha obligado a duplicar producción.


Publicidad


La directora general para España y Portugal de BD ha remarcado que poder aprovechar toda la dosis de la vacuna que vaya en el vial permitirá llegar a un 15 por ciento más de población frente al resto de modelos de jeringas, con la consiguiente eficiencia «ya que se puede vacunar a muchas más personas», suponiendo también un considerable ahorro económico.

SEGUNDA LÍNEA DE PRODUCCIÓN

El incremento de la demanda de este producto ha hecho que la planta de Fraga haya puesto en marcha una segunda línea para su fabricación, lo que ha requerido de una inversión de 1,5 millones de dólares, además de incrementar la contratación de personal. Lourdes López ha apuntado que se ha pasado de 300 millones de unidades al año a 600, si bien ha aclarado que son cifras estimadas puesto que la demanda está variando de forma permanente.

El primer país que ha solicitado esta jeringa ha sido Gran Bretaña, hace seis meses, al que se han vendido 65 millones de unidades. Después, Estados Unidos, para el que se han fabricado 190 millones y, en tercer lugar Canadá, prácticamente a la par que España.


Publicidad


Para el país canadiense se han fabricado 75 millones de unidades y para España, 25, de los que «ya hemos suministrado algunos, otros estamos fabricándolos» y también tienen en stock porque en algunos casos les han pedido almacenarlas hasta que se vayan a utilizar. Ha añadido que Francia y Alemania también han solicitado pedidos.