Cada vez que se busca un nuevo empleo ya no sólo hay que fijarse en la retribución. O en el horario. O en si es posible conseguir un ascenso en pocos años. Hay un factor que es incluso más determinante. Son los conocidos como beneficios sociales, un elemento retributivo cada vez más extendido en las empresas para ofrecer a los empleados beneficios como los cheques guardería o el ticket restaurante.

Pero hay uno de estos beneficios que fideliza aún más al trabajador con talento en la empresa. Es el interés por los planes de pensiones de empleo.

Así lo explica Carolina Mateo, responsable de desarrollo de negocio de Ibercaja Pensión, al afirmar que “los planes de pensiones de empleo como beneficio social ha ido en aumento, motivado por la creciente preocupación de la previsible reducción del importe de la pensión pública en el futuro, que pone de manifiesto la necesidad de constituir un ahorro para la jubilación”

Precisamente cada vez es más frecuente que las empresas implanten los planes de pensiones para sus trabajadores. No sólo por un compromiso con el presente sino con el futuro del trabajador.

“Aunque este beneficio social al empleado como complemento a la jubilación ha sido tradicionalmente más utilizado en las grandes empresas, cada vez son más las empresas de dimensiones reducidas y empresarios individuales que promueven un plan de pensiones para sus empleados”, cuenta Carolina Mateo.

Las ventajas son casi absolutas en esta fórmula que aplican las empresas. Según entiende la responsable de Ibercaja Banco, “son una forma de constituir un ahorro de una forma cómoda y con menor esfuerzo personal, gracias a las aportaciones que realiza la empresa al plan”.

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