El Gobierno aragonés y la Diputación de Huesca (DPH) ya tienen un plan para que Candanchú pueda abrir la próxima temporada de esquí. Según fuentes oficiales, ambas instituciones, lideradas por Javier Lambán y Miguel Gracia, respectivamente, han planteado a la sociedad propietaria de la estación invernal de Candanchú, Ibernieve, su liquidación para posibilitar que el Ejecutivo regional pueda entrar y adquirir la unidad productiva de la estación, pero sin las deudas que acumula.


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Según han informado fuentes del Gobierno aragonés, esta propuesta ha sido planteada durante el transcurso de una reunión celebrada en la capital aragonesa en la que se ha planteado una segunda propuesta que propone que Aramón entre en la gestión de la estación, aunque esta opción exigiría que los propietarios asumieran los costes de la apertura.

Fuentes oficiales de Ibernieve explican a este diario que las propuestas planteadas generan dudas. Los riesgos de la apertura, según apuntan, son reales porque «la pandemia aún genera la incertidumbre de no saber si podremos abrir o con qué aforo o con qué restricciones«. E insisten en que lo mejor para la sociedad y no seguir engordando las perdidas millonarias es no abrir esta temporada. Respecto a la incertidumbre de la apertura esta temporada, pusieron de ejemplo el lío actual sobre la suspensión o celebración de las Fiestas del Pilar.

Estas fuentes de la propiedad explican a este diario que hay más razones que limitan la apertura: no hay un plan de ayudas al sector desde hace más de año y medio de pandemia tras las restricciones obligatorias impuestas por el Gobierno de Aragón y que no existe un proyecto global del sector de la nieve para los próximos veinte años.

SIN ASUMIR LA PROPIEDAD

Ambas propuestas han quedado encima de la mesa negociadora para su análisis y posterior adopción de un posible acuerdo que permita abrir Candanchú la próxima temporada de nieve y cierre las tensiones surgidas en el Valle del Aragón debido al impacto negativo que supondría su cierre para la economía de la zona. Según fuentes sindicales, más de 3.000 empleos directos e indirectos están en juego.

Según las fuentes citadas, el Gobierno aragonés se ha mostrado dispuesto a asumir la titularidad de la estación de Candanchú y a modernizarla, «pero no puede -han subrayado-, aunque quiera, asumir la propiedad de un entramado societario en concurso de acreedores«. Han admitido que la economía invernal del Valle del Aragón se sostiene en dos motores «fundamentales», las estaciones de Candanchú y Astún, dos sociedades privadas con las que desde el Ejecutivo regional se ha favorecido un «diálogo permanente».

El Gobierno aragonés ha recordado en el encuentro que la estación de Candanchú es propiedad de Etuksa, una mercantil cuyo propietario mayoritario es la sociedad Ibernieve y que «no ha logrado salir de la situación de concurso de acreedores en la última década». Las fuentes referidas han señalado que la estación atraviesa de nuevo una situación «crítica» derivada de una «endémica ausencia de inversiones relevantes» agravada por el cierre durante la anterior temporada debido a la pandemia y por el anuncio hecho por los propietarios de no abrir en la próxima.


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Han advertido a renglón seguido que la ley no permite que las administraciones públicas, ni la autonómica ni la local, puedan rescatar a empresas privadas endeudadas. Tanto el Gobierno aragonés como la DPH han expresado en la reunión con la propiedad su compromiso con el presente y futuro de la estación, y han incidido en la necesidad de que sus instalaciones abran la próxima temporada «al máximo nivel posible y en condiciones de seguridad técnica y financiera».

A juicio de las fuentes citadas, aún hay tiempo para preparar las instalaciones de la estación de cara a su apertura la próxima temporada y realizar los trabajos indispensables para posibilitarlo.